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Iglesia

Cápsula Litúrgica: Misa Crismal

Celebración alista los elementos necesarios para celebrar la Pascua

·         Importancia del sacerdocio ministerial

 

David Mora, periodista

El Jueves Santo tiene la característica de recordar la institución del Sacramento de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, por ello a pocas horas de terminar la Cuaresma y de iniciar el Triduo Pascual, se lleva a cabo la Santa Misa Crismal, donde se alistan todos los materiales necesarios para celebrar la Pascua.

Durante esta Misa, se bendicen los Óleos de los Catecúmenos y de los Enfermos, y se consagra el Santo Crisma, con los cuales se administrarán los Sacramentos de Iniciación Cristiana durante la Vigilia Pascual el Sábado Santo por la noche. Para conversar sobre esta celebración, el delegado episcopal de Liturgia, el Padre Francisco Morales dio declaraciones a Radio Fides sobre este tema.

"El hecho de que la Iglesia celebre la Misa Crismal el Jueves Santo por la mañana tiene todo un significado que es necesario ponerlo en evidencia; porque resulta que, en la tarde con la Misa Vespertina de la Cena del Señor, la Iglesia se va a dedicar a la contemplación, a la celebración y actualización del misterio pascual de su esposo. Entonces para no distraerse de los misterios deja listo todo lo necesario; lo alista, lo prepara para dedicarse a la celebración del Triduo Pascual. La Iglesia deja bendecido el Óleo de los Catecúmenos, el Óleo de los Enfermos y consagrado el Santo Crisma porque los sacramentos brotan de la Pascua", explicó el presbítero.

Al finalizar esta celebración, todos los presbíteros llevan un poco de estos aceites a sus parroquias, los cuales son recibidos solemnemente en procesión cuando empieza la Misa de la Cena del Señor durante el acto penitencial.

El Jueves Santo se pone en evidencia la importancia del sacerdocio ministerial, sin dejar de lado el sacerdocio común del que participan todos los bautizados, del cual salen en el futuro los ministros ordenados; es por ello que uno de los ritos de esta celebración eucarística (la cual sólo puede ser presidida por un obispo) es la renovación de las promesas de ordenación de todos los sacerdotes, allí se realizan las misas preguntas de la ordenación presbiteral, por lo que todos repiten sus promesas de obediencia y castidad.

"En la Misa Crismal se pone en evidencias una cosa, los presbíteros son colaboradores del obispo en la santificación del pueblo de Dios; por eso a la hora de consagrar el Crisma, porque resulta que los únicos que podemos usarlos somos los presbíteros y los obispos, vea que el obispo cuando impone las manos sobre el Crisma, lo hace asociando en comunión a todos sus presbíteros, quienes dirigen su mano hacia el aceite", agregó.

Al finalizar la Misa, una vez el obispo impartió la bendición, los óleos son incensados y llevados en una procesión al lugar donde los sacerdotes los recogerán.