Audiencia General (VIDEO)
Se trata de una reflexión introductoria sobre las virtudes, tras ocho catequesis dedicadas a los vicios, que desarrolló el Papa Francisco en la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro. Todavía refriado, el Pontífice confió la lectura a un colaborador de la Secretaría de Estado, el padre Pierluigi Giroli. En el texto, el Papa invita a "volver la mirada" a lo que se opone a "la experiencia del mal" y explica que si "el corazón humano puede complacer las malas pasiones" y hacer caso a las tentaciones, "también puede oponerse a todo esto", porque "el ser humano está hecho para el bien", por lo que puede realizarlo y "ejercitarse en este arte", haciendo que ciertas disposiciones se vuelvan permanentes, estables y firmes en definitiva. Los filósofos romanos hablaban de virtus, recuerda Francisco, señalando que virtuoso es una persona "fuerte, valiente, capaz de disciplina y ascesis" y que, por tanto, el ejercicio de la virtud "requiere esfuerzo e incluso sufrimiento". Los griegos, por su parte, utilizaban el término aretè para indicar "algo que sobresale", "emerge" y "suscita admiración", lo que lleva a concluir que virtuoso es aquel individuo que es "fiel a su vocación" y que "se realiza plenamente".
Virtuosos son entonces los santos, "aquellos que llegan a ser plenamente ellos mismos, que realizan la vocación propia de todo hombre", subrayó el Papa, aclarando que no deben considerarse "excepciones de la humanidad: una especie de pequeño círculo de campeones que viven más allá de los límites de nuestra especie". Y si hoy "la justicia, el respeto, la benevolencia recíproca, la amplitud de miras" y "la esperanza" son "una rara anomalía", es necesario, en cambio, practicar las virtudes y tener presente que Dios nos creó a su imagen.
Fuente: vaticannews.va