Papa Francisco recibe delegación de la Universidad de Notre Dame
·
La educación no es sólo a nivel académico,
también pasa al corazón
David Mora, periodista
Febrero empezó en el Vaticano
con una audiencia del Papa Francisco, donde recibió a una delegación de la
Universidad de Notre Dame (París), allí brindó un discurso donde habló de "el
secreto de la educación católica".
El líder de la Iglesia
Católica dijo que la clave está en la total sintonía del pensamiento, el
sentimiento y las acciones; por lo que fue desglosando los diferentes lenguajes
que la educación católica utiliza: el de la cabeza, el corazón y las manos.
Sobre el lenguaje de la
cabeza, Francisco mencionó las universidades católicas siempre deben seguir el
desarrollo del conocimiento por medio de la investigación y el estudio
académico. "En el mundo globalizado, esto implica la necesidad de un enfoque
colaborativo e interdisciplinar, que reúna diversos campos de estudio e
investigación", indicó el Santo Padre.
Sobre esto, el obispo de Roma
explicó la importancia que debe tener la armonía entre la fe y la razón, porque
de ahí viene "la relevancia del mensaje cristiano para todas las esferas de la
vida personal y social", por lo que "hay una tradición intelectual que siempre
debemos preservar y hacer crecer".
Posteriormente, el discurso
del Papa se enfocó no sólo en el crecimiento a nivel académico, sino también en "expandir el corazón", recordando que "si se piensa y no se siente, no somos
humanos". "Toda la comunidad universitaria está llamada a acompañar a las
personas, especialmente a los jóvenes, con sabiduría y respeto, por los caminos
de la vida y a ayudarles a cultivar la apertura a todo lo que es verdadero,
bueno y bello", comentó el Sucesor del Pedro, quien también agregó la educación
debe "promover el diálogo y la cultura del encuentro, para que todos aprendan a
reconocer apreciar y amar a cada uno como hermano y, ante todo, como hijo amado
de Dios".
La religión tiene un papel
importante en la educación, incluso porque gracias a ella existe el sistema
educativo, por ello el Papa cerró su discurso motivando a no olvidar que
también la fe educa el corazón de la gente, en especial cuando la "educación
católica nos compromete, entre otras cosas, a construir un mundo mejor,
enseñando la convivencia mutua, la solidaridad fraterna y la paz".
También, fiel a su estilo
desde que inició su pontificado, instó a que la educación no se quede dentro
las cuatro paredes de una institución, sino que esta debe ser compartida en las
periferias, ocurriendo así un encuentro con Cristo en el prójimo.
Fuente: ACI Prensa.