"Libres" despertó un llamado en José María Méndez
· · Inquietud vocacional llegó en medio de la cotidianidad del arte
David Mora, periodista
La industria del cine ha
regalado escenas magistrales, las cuales han hecho reír, llorar y hasta sentir
adrenalina, incluso hay frases que se vuelven icónicas hasta hacer que una
película sea identificada con sólo esas palabras. Esto le sucedió al pintor español,
de 53 años, José María Méndez, al decidir abrazar la vida monástica trapense después
de ver la película "Libres".
La cinta se ha convertido en un éxito internacional, se trata de un documental sobre la vida religiosa contemplativa, donde uno de los monjes dice la frase: "Todo este brillo de nuestra sociedad es capaz de distraer y a veces, toda la vida, a una persona. No la llena, pero la distrae". Estas fueron las palabras que tocaron el corazón del artista.
En declaraciones a ACI Prensa, Méndez contó cómo esta producción le impactó y le hizo tomar esta decisión en su vida; "porque la intención, la inquietud estaba latente, abandonada o erradicada para no frustrarme por no poder atenderla". "Tú ya has tenido todo, lo dejas y te vienes conmigo. Así lo entendí en ese momento y no ha habido marcha atrás. Simplemente, una búsqueda de cómo llevarlo a cabo", contó el pintor de cómo sintió la llamada de Dios a la vida religiosa.
A finales de febrero, José
María ingresará al priorato de Santa María de las Escalonias de la Orden Cisterciense
de la Estricta Observancia, que se encuentran en Córdoba, España, donde asegura
que fue bien recibido. Ese sitio ya lo conoció hace 27 años cuando estuvo allí
preparando una exposición, recuerda que uno de los novicios le dijo que "hay
que estar enamorado del sitio por el voto de estabilidad".
El proceso de discernimiento
del pintor no fue doloroso, pues él tiene claro que ha recibido un llamado de
Dios y que esta llegó en medio de la cotidianidad de su vida, pues, en la época
cuando vio la película, daba clases de pintura a cientos de personas, tenía la
misión de enviar retratos a Luxemburgo y Bélgica, además de que pensaba mudarse
a la desembocadura del río Guadalquivir, a Sanlúcar de Barrameda.
En la parte sentimental,
Méndez reconoce que no es fácil desprenderse de lo material; sin embargo, no
tiene dudas de su vocación, incluso ya ha regalado cuadros y libros a sus
amigos. También tiene claro que "la pintura es secundaria", y eso lo tomará en
cuenta al saber si podrá seguir dedicándose a la pintura religiosa dentro del
monasterio, porque su prioridad es rezar.
Fuente: ACI Prensa.