El Papa ofreció una Rosa de Oro a la Inmaculada
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El Santo Padre brindó discurso en la Plaza
de España
David Mora, periodista
Este viernes 8 de diciembre,
el Papa Francisco acudió a la Plaza de España para rendir homenaje a la Virgen
María, con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Allí ofreció
una Rosa de Oro, símbolo de la bendición papal, y puso a los pies de la Madre de
Dios sus intenciones, que abarcan el dolor y el sufrimiento humano: Las guerras
en Ucrania e Israel, la violencia contra las mujeres y el dolor de las madres.
El Santo Padre comenzó su peregrinación
en la Basílica de Santa María la Mayor, veneró el icono de la Virgen Salus
Populi Romani y luego se dirigió a la Plaza España, escuchó las letanías
lauretanas y oró por "las familias", "los lugares de estudio y de trabajo", "las
instituciones y oficinas públicas", "los hospitales y las residencias de
ancianos", "las cárceles", "los que viven en la calle" y "las parroquias y
todas las comunidades" de la Iglesia de Roma
Francisco destacó el dolor de
las madres "que lloran a sus hijos asesinados por la guerra y el terrorismo,
que los ven emprender viajes de desesperada esperanza, que intentan liberarlos
de una adicción y las que los acompañan durante una larga y dura enfermedad",
comparó este dolor con el de la Virgen al pie de la cruz de Jesús.
Posteriormente, el pontífice
encomendó a la Inmaculada a las víctimas de violencia en Italia y el resto del
mundo, le pidió su intercesión por el cese de la agresividad que asecha el
corazón de los seres humanos. Al finalizar, también le rogó la gracia de la
conversión de todos, empezando por él.
Fuente: Vatican News.