Un gesto de hace 400 años
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Origen del símbolo de la bendición papal
David Mora, periodista
Cada 8 de diciembre la Iglesia
Católica celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María,
en Roma esto no pasa desapercibido, pues desde hace 400 años los papas tienen
la tradición de regalarle una "Rosa de Oro" a la Madre de Dios. El Papa
Francisco lo hará este viernes ante el icono mariano Salus Populi Romani.
El Santo Padre venerará la
estatua de la Inmaculada Concepción en la Plaza de España se llevará a cabo a
las 16 horas (hora de Roma), esto iniciará media hora antes con una celebración
en la Basílica de Santa María la Mayor y de ahí se trasladarán al
característico lugar.
El origen de la Rosa de Oro
viene de la Edad Media, es una tradición que simboliza la bendición papal, esta
se ha llevado a monasterios, santuarios, soberanos y a personalidades
destacadas por su compromiso con la vida de fe y el bien común. Una nota de la
basílica papal dice que con este acto "el Papa Francisco subraya la importancia
espiritual y el profundo significado que este icono tiene en la vida de la
Iglesia Católica, al ser también el santuario mariano más antiguo de Occidente
dedicado a la Madre de Dios".
La primera rosa fue donada por
el Papa Julio III, quien era muy devoto de la imagen mariana, además de que en
el altar del Pesebre había presidido su primera Misa. Posteriormente, en 1613,
el Papa Pablo V donó una por el traslado del venerado icono a la cueva capilla
erigida para esto. Estas Rosas están perdidas, probablemente se extraviaron en
la invasión napoleónica.
La nota vaticana dice que "el
Pontífice ha elegido dar señal tangible de su devoción al venerado icono,
reforzando el vínculo milenario entre la Iglesia católica y la ciudad de Roma".
Ante esto, el comisario extraño de la Basílica, Monseñor Rolandas Makrickas se
mostró alegre diciendo que "el regalo de la Roda de Oro es un gesto histórico
que expresa visiblemente el profundo vínculo del Papa Francisco con la Madre de
Dios, venerada en este santuario bajo el título de Salus Populi Romani", además
de afirmar que "el Pueblo de Dios se fortalecerá aún más en su vínculo
espiritual y devocional con la Santísima Virgen María".
Monseñor Matrickas finalizó
pidieron a la Madre de Dios la paz en el mundo.
Fuente: Vatican News.