El Cielo no puede esperar
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Reliquia de primer grado se encuentra en
la Iglesia la Merced
David Mora, periodista
Una gran fiesta vivió la juventud
católica el pasado sábado 25 de noviembre en las calles de la capital, pues se
realizó la peregrinación "El Cielo no puede esperar" con una reliquia de primer
grado del Beato Carlo Acutis.
Se trata de un mechón de
cabello del "ciberapóstol de la Eucaristía", que fue traída al país y fue entronizada
solemnemente en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced. Cientos de jóvenes se
reunieron por la mañana en la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San
José para realizar una Hora Santa, en la cual estuvo presente el obispo auxiliar
de la Arquidiócesis, Monseñor Daniel Blanco, y se contó con la animación del canto
del grupo Hakuna.
Posteriormente, la reliquia
fue llevada en procesión por el bulevar de la Avenida #4 hacia la Iglesia de la
Merced, en medio de cantos, oraciones y bailes de los jóvenes. Al llegar se
inició una Santa Eucaristía; el mechón de Acutis se introdujo en la procesión
de entrada, esta fue presidida por el arzobispo metropolitano de San José,
Monseñor José Rafael Quirós, acompañado de los sacerdotes encargados de la
Pastoral Juvenil en la Arquidiócesis, seminaristas, mientras que los encargados
de cantar la celebración eucarística fueron Ítala y Juanjo.
En su homilía, el prelado animó
a descubrir la belleza del sacramento eucarístico, tal como lo hizo el beato, también
se mostró sorprendido por la presencia de personas adultas mayores y de escasos
recursos, pues Carlo, en vida, se dedicó a ayudar a quienes vivían en
condiciones de vulnerabilidad, incluso privándose él de cosas propias de su
juventud.
"Todo ello, debe motivarnos a
nosotros, a todos, a ustedes jóvenes y a nosotros los viejos, a dejarnos
conducir por el Señor, a dejarnos guiar y disfrutar, y de verdad; alegrarnos
por la celebración de la Eucaristía, y por la presencia del Señor. Por ellos es
que, como lo hizo Carlo, coloquemos a Jesucristo en el centro de nuestra vida,
todo lo demás ha de ser iluminado por esa presencia del Señor en nuestros
corazones. Demos así, entonces, espacio al Señor para que él actúe a través
nuestro y demos testimonio, no sólo de palabra, sino con actitudes concretas,
con acciones que se vean", mencionó Monseñor Quirós en su homilía.
Aunque ya existen otras
reliquias del "ciberapóstol" en el país, ninguna era de primer grado, esta es
la primera con la que se cuenta. Una reliquia de primer grado son partes del
cuerpo de una persona santa, se consideran de segundo grado aquellas pertenencias
u objetos utilizados por el sujeto, y de tercer grado aquellos objetos que
toquen una reliquia de primer grado o la tumba del santo.
En el caso de estos cabellos,
se conservarán en la Iglesia la Merced.