Actividad se dio con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres
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Jornada se celebra el domingo anterior a
la Solemnidad de Cristo Rey
David Mora, periodista
Este domingo 20 de noviembre
se realizó la VII Jornada Mundial de los Pobres, por lo que el Papa Francisco, después
de celebrar la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, compartió un almuerzo en
el Aula Pablo VI con 1200 personas.
El Santo Padre junto a sus
invitados comieron canelones rellenos de ricota romana y espinacas en salsa de
queso parmesano reggiano, también tuvieron albóndigas de carnes blancas, salteadas,
velouté de tomates San Marzano y albahaca con puré de coliflor. Como postre se
les dio tiramisú y petit fours, que son pasteles pequeños.
La Jornada Mundial de los
Pobres fue instituida por el Papa Francisco en 2016, al finalizar el Jubileo de
la Misericordia, siendo el 2017 la primera vez que se celebró. El objetivo es
que los fieles se salgan de sus estructuras y encuentren la pobreza con todo lo
que en la actualidad significa y cómo se manifiesta.
Francisco estableció que esta
jornada se realice el domingo anterior a la Solemnidad de Nuestro Señor
Jesucristo, Rey del Universo; que este año se celebrará el 26 de noviembre. El
pontífice ha explicado que esto se debe a que él quiere hacer notar que todos
los miembros de la Iglesia "nos reunimos en torno a su mesa para recibir de Él,
una vez más, el don y el compromiso de vivir la pobreza y servir a los pobres".
Todos los años envía un
mensaje previo como motivación de este día, en el de este año, el líder de la
Iglesia Católica indicó que "cada día nos comprometemos a acoger a los pobres,
pero no es suficiente", ya que "un río de pobreza atraviesa nuestras ciudades y
se hace cada vez más grande hasta desbordarse; ese río parece desbordarnos, tanto
que el grito de nuestros hermanos y hermanas que piden ayuda, apoyo y
solidaridad se hace cada vez más fuerte".
Fuente: ACI Prensa.