Obispo de Limón publicó su primera carta pastoral
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Carta tiene su enfoque en la Doctrina
Social de la Iglesia
David Mora, periodista
Con ocasión de la VII Jornada
Mundial de los Pobres, el obispo de Limón, Monseñor Javier Román, publicó este
domingo 19 de noviembre su primera carta pastoral, que lleva por nombre "Mi paz
les dejo, mi paz les doy".
El prelado decidió escribir
este documento para tratar de iluminar un poco el panorama que vive su diócesis
en temas de violencia e inseguridad, además de diversos problemas que le
preocupan, como lo es la poca natalidad y el alto índice de muertes en todos
los cantones.
"Conviven con nosotros por igual
vida y muerte, el gozo y la tristeza, la fe y la increencia, el compromiso y la
apatía, la caridad y el egoísmo. Se trata de luces y sombras que determinan la
existencia de quienes aquí vivimos, sin distingo de edad, posición social o
condición económica. Por eso, mi palabra es para todos, porque todos debemos
tomar conciencia de la propia responsabilidad como hijos amados de Dios con el
Limón que deseamos construir para las futuras generaciones", dice Monseñor
Román al introducir su carta.
En el transcurso del documento,
el líder de la Iglesia limonense explica que es la comunidad eclesial la que
hace presente la misericordia de Dios y que siempre esta se mantiene abierta
para acoger a todas las personas, además de promover los principios de la
Doctrina Social de la Iglesia, donde se rescata la dignidad de toda persona, e
indicó que esto lo tuvieron muy presentes sus predecesores en el episcopado,
entre ellos el segundo obispo de Costa Rica, Monseñor Bernardo Augusto Thiel,
al escribir su Trigésima Carta Pastoral sobre el Justo Salario, donde
denunciaba las injusticias que vivían los obreros, lo que le generó una persecución
que lo expulsó del país.
En el ámbito social, el obispo
denunció que existe una deuda con los limonenses; la falta de agua potable, "porque
eso es negarle el derecho a la vida radicalizado en su dignidad inalienable", también
mencionó la falta de sensibilidad ambiental con la tala indiscriminada de
árboles y la contaminación.
La carta de 44 páginas
concluye con algunas orientaciones, entre ellas Monseñor Javier llama a una
conversión pastoral urgentemente, donde todos los agentes se sepan amados y
necesitados de Dios, también pide que la Iglesia sea una "buena samaritana y profeta",
también busca seguir la pastoral del acompañamiento, donde se es cercano con
las personas, se escuchan sus inquietudes, y generar procesos de ayuda para
todos.
Monseñor Javier aprovechó su
visita al Vaticano en octubre pasado, con motivo de su participación del Sínodo
de la Sinodalidad, y en un encuentro con el Papa Francisco, le regaló su primer
ejemplar de la carta pastoral.
Si usted desea leer esta carta, puede hacerlo visitando el siguiente enlace: https://heyzine.com/flip-book/d8adb87663.html