Papa Francisco reconoció milagro atribuido a la intercesión del purpurado argentino
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Jorge Mario Bergoglio conoció al prelado
cuando era provincial de los jesuitas
David Mora, periodista
Este miércoles 8 de noviembre,
la Iglesia Católica amaneció alegres, pero los argentinos no caben de la felicidad
al saber que el Papa Francisco aprobó la beatificación del cardenal compatriota
de él, Eduardo Pironio, al reconocer un milagro atribuido a su intercesión
Durante la audiencia general,
el Santo Padre dio a conocer que ordenó al prefecto del Dicasterio de las
Causas de los Santos, el Cardenal Marcello Semeraro, a aprobar esta
beatificación y que también reconoció las virtudes heroicas de Giuseppe Marrazzo,
Eliswa de La Santísima Virgan María Vakayil y María Francesca Foresti, quienes
serán venerables.
El milagro atribuido al
purpurado, fallecido el 5 de febrero de 1998 y sepultado en el Santuario de
Nuestra Señora de Luján, Argentina, consiste en la curación de Juan Manuel, un
niño de año y medio que sufrió una intoxicación y el síndrome de angustia
respiratoria aguda (SDS), al inhalar involuntariamente polvo de porina que
usaba su madre para trabajos de restauración. El pequeño fue llevado grave al
hospital y se le ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y estaba
cerca de fallecer.
El 2 de diciembre de 2006, con ocasión de celebrar la "Marcha de la Esperanza", una iniciativa creada por el Cardenal Pironio, el párroco del lugar difundió un folleto con el testamento espiritual del futuro beato, allí se encontró con los padres de Juan Manuel, quienes recitaron la oración que venía allí y dos días después la condición del infante mejoró exponencialmente, y tres días más tarde estaba reactivo, lúcido y respirando con total normalidad, siendo dado de alta el 13 de diciembre de aquél año.
Eduardo Pironio nació el 9 de
julio de 1920, recibió la ordenación presbiteral el 5 de diciembre de 1943, con
23 años. Se desarrolló como docente, rector y vicario, incluso estuvo presente
en el Concilio Vaticano II; donde se le reconoció como un "experto", el 31 de
mayo de 1964 fue ordenado obispo auxiliar de La Plata, en 1975 el Papa San Juan
Pablo II lo nombró pro-prefecto de la Congregación para los Religiosos y los Institutos
Seculares y un año después fue creado cardenal. El purpurado fungió como
presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) de 1972 a
1974, en 1984 fue nombrado presidente del Pontificio Consejo para los Laicos,
donde se mantuvo hasta 1996.
El actual Sucesor de San Pedro,
cuando era provincial de los jesuitas en Argentina, Jorge Mario Bergoglio, conoció
personalmente a quien de hoy ordena su beatificación, cuando este fungía como obispo
auxiliar. En una entrevista posterior a la misa del décimo aniversario del
fallecimiento del cardenal, Bergoglio, cuando ya era arzobispo de Buenos Aires,
se refirió a Pironio definiéndolo como el "amigo de Dios".
"Cuando hablabas con él
siempre te daba la sensación de que se sentía el peor hombre del mundo, el pero
pecador. Te abría un panorama que nunca cerraba las puertas a nadie, incluso a
la gente que él sabía que no lo entendía", expresó el hoy Santo Padre en su
momento.
Uno de los legados más grandes
Pironio es que tuvo la idea de que el Papa convocara a una reunión de jóvenes
de todo el mundo, lo que terminó siendo la Jornada Mundial de la Juventud, que
se siguen llevando a cabo hasta este tiempo. El purpurado fue diagnosticado,
mientras iniciaba su servicio en la Curia Romana, con un cáncer de próstata,
que lo llevó a padecer mucho, y debido a eso compuso oraciones sobre el abrazar
la cruz de cada día.
Fuente: Vatican News.