Se comprueba el segundo milagro de la Beata María Antonia de San José
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Hombre experimentó una curación atribuida
a Mama Anuila
David Mora, periodista
El boletín de la Oficina de
Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado donde informa que el Papa
Francisco autorizó la promulgación del Decreto relativo al milagro atribuido a
la intercesión de la Beata María Antonia de San José, quien sería la primera
santa argentina elevada a los altares.
Este martes 24 de octubre, el
Santo Padre tuvo una audiencia con el prefecto del Dicasterio para las Causas
de los Santos, el Cardenal Marcello Semeraro, donde dio su visto bueno a la
causa de canonización de la virgen consagrada y fundadora de la Casa de Ejercicios
de Buenos Aires. Esta causa ha durado más de un siglo, pues el proceso de
beatificación comenzó en 1905 y esta se llevó a cabo el 27 de agosto de 2016.
El milagro acontecido consiste
en la supervivencia milagrosa de un hombre de 64 años, que sufrió un "ictus
isquémico con infarto hermorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis,
shock séptico resistente, con fallo multiorgánico", estaba en la Unidad de
Cuidados Intensivos del Hospital de Santa Fe, en Argentina, con pronósticos
poco alentadores hacia volver a tener una vida normal.
Todos los familiares pidieron
la intercesión de la Beata Madre Antonia y se atestigua una curación inexplicable
el 14 de setiembre de 2023, por lo que se le atribuye a las plegarias de cada
uno de los allegados a este hombre.
Mama Antula, como es conocida,
nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina, desde pequeña recibió una
educación religiosa, en su juventud conoció la espiritualidad ignaciana y
comenzó a vestir el hábito de "beata" jesuita, se dedicó a la educación de los
niños, a cuidar enfermos y socorrer a los pobres.
Entre 1768 y 1770, la
religiosa abrió una casa de Ejercicios Espirituales, con el permiso de su
obispo, 10 años más tarde esto se convirtió en un éxito, ya que los grupos que
asistían a los retiros eran de unas 200 personas, y cuatro años después fueron
más 1500 personas participaron de este viaje espiritual.
Con el deseo de "ir donde Dios
no era conocido", Mama Antula fue a Uruguay, Colonia y Montevideo por tres años,
regresó a su natal Argentina y continuó con su obra, llegando a oírse su nombre
incluso en Francia. Partió al cielo el 7 de marzo de 1799 a sus 69 años.
Fuente: Vatican News.