Sínodo sobre la Sinodalidad comenzó en Roma este miércoles
· Monseñor Román habla sobre su
participación en el Sínodo representado a Costa Rica
David Mora, periodista
Este 4 de octubre, memoria
litúrgica de San Francisco de Asís,
inició en el Vaticano el Sínodo sobre la Sinodalidad, un espacio de
escucha y diálogo que el Papa Francisco convocó desde 2021.
Cada país envió a un
representante para participar en este evento, en el caso de Costa Rica, el
padre sinodal que está presente es el obispo de la Diócesis de Limón y
presidente de la Conferencia Episcopal (Cecor), Monseñor Javier Román, quien
participó de la Santa Eucaristía de apertura del Sínodo esta mañana en la Plaza
de San Pedro, y luego se dirigió al Aula Paulo VI para comenzar las diferentes
sesiones.
Radio Fides conversó con el
prelado y esto fue lo que dijo:
¿Cómo se prepara para esta vivencia?
- En
oración y pidiendo al Espíritu Santo que nos ayude a discernir el camino que
Dios quiere para su Iglesia, a partir de la escucha y el encuentro fraterno.
Además, la Secretaría del Sínodo tuvo la buena fe del retiro de tres días fuera
de Roma, que nos ha servido a todos para prepararnos y conocernos y no llegar
el primer día como desconocidos.
¿Cómo se ha sentido el ambiente?
- Se
vive un ambiente muy acogedor donde se propicia el diálogo sereno, la reflexión
y la acogida de todos los que estamos involucrados.
¿Por qué es importante este sínodo?
- Es
importante porque nos dispone a la escucha con los oídos de Dios para poder
hablar con la Palabra de Dios. Y así, como nos enseña el Papa, nos acercamos al
corazón de Cristo, del que brota nuestra misión y la voz que atrae hacia Él.
Una voz que nos descubre el centro de la misión; que es llegar a todos, acoger
a todos, involucrar a todos, sin excluir a nadie.
¿Habrá algún documento final?
- La
sinodalidad es un camino, un proceso, una forma de vida, por eso no se trata de
un documento como tal, sino de una mayor consciencia de parte de todos sobre la
corresponsabilidad en la misión evangelizadora, dejándonos guiar por el
Espíritu Santo hacia las periferias del mundo. Podría un documento que iría de
nuevo a las bases, no esperen un documento definitivo.
¿Qué resultados puede arrojar?
- En
esta Asamblea Ordinaria del Sínodo no se acaba nada, sino que aquí continúa un
camino eclesial del que se podrán recoger los frutos de una escucha recíproca,
entre hermanos y hermanas, todos juntos al servicio de la misión de Cristo.
Recordemos el ejemplo que nos da el Papa Francisco de ser como los discípulos
de Emaús, siempre a la escucha del Señor que sale a nuestro encuentro.
¿Ha podido hablar con otros obispos y cardenales?
- Sí,
siempre hay espacio para la interacción personal, para el diálogo y el
conocimiento recíproco en espíritu de hermanos, he tenido que compartir con
cardenales de todo el mundo, aquí todos; laicos, religiosas, religiosos,
sacerdotes, obispos y cardenales somos iguales. Pero la experiencia de
compartir con obispos de Japón, Vietnam, Singapur y otros me han enriquecido.
¿Ya pudo ver la Papa?
- En los
eventos generales, recordemos que es todo un mes de trabajos, entonces habrá
tiempo para saludarlo personalmente y transmitirle el sentimiento de cariño que
le profesa el pueblo católico costarricense. Hoy le logré saludar.
Existen temas sensibles que se siempre se discuten en los sínodos como la ordenación femenina, que los divorciados puedan comulgar, el rito en latín, entre otros. Incluso cinco cardenales presentaron una dubia al Papa. ¿Cómo está el ambiente de esto?
- La Santa Sede ha respondido y ha sido muy clara al respecto, no tendría nada que agregar más que pedir oraciones de parte de todos los católicos para que este Sínodo sea expresión de una Iglesia en camino como el Señor así la desea.