Fallece el P. Víctor Manuel Salas Hidalgo
Fue párroco, formador del seminario y vicario general, entre muchos otros servicios, pero ante todo un incasable y apasionado discípulo de Cristo.
Pbro. Luis Hernández Solís,
Periodista.
La mañana de este domingo 1
de octubre de 2023, quedará grabada en la memoria de la Iglesia costarricense,
ya que este día fue llamado a la presencia de Dios el Pbro. Víctor Manuel Salas
Hidalgo, a sus 68 años y 43 de ministerio sacerdotal.
El Padre Salas, como se le conocía, marcó sin duda alguna la vida de las comunidades y de las
personas que tuvieron el privilegio de coincidir con él en esta vida.
Nació el 16 de setiembre de
1955, en el hogar de Gilberto Salas Jiménez y Virginia Hidalgo Vega en San Juan
de Santa Bárbara de Heredia. Fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1980.
"Hablar del Padre Víctor
Manuel Salas Hidalgo es hablar de una vida hecha evangelio en su máxima
expresión según el mandato del Señor «vayan y proclamen el evangelio a todas
las naciones». Una vida de entrega y servicio a favor de la Iglesia, siendo
fiel al llamado que el Señor le hizo en algún momento de su vida", expresaba el
Padre Ronald Murillo en la monición inicial de las exequias del Padre Salas.
Sirvió a la Diócesis de
Alajuela como promotor vocacional, fundador de varios grupos de oración por las
vocaciones, vicario general, vicario de pastoral, animador del proceso
diocesano de pastoral, padre sinodal, gestor y promotor del II Sínodo de
Alajuela.
Sirvió a las parroquias de
San Ramón, primero como vicario parroquial y luego cómo cura párroco en
Piedades Sur de San Ramón, Corazón de Jesús, Sagrada Familia (Invu Las Cañas),
Las Mercedes de Grecia y El Roble de Santa Bárbara. También sirvió a la Iglesia
costarricense como formador en el Seminario Central y promotor de la renovación
pastoral de los seminaristas.
Se desempeñó como director
espiritual de seminaristas, religiosos, religiosas y sacerdotes, profesor en la
Universidad Católica, psicólogo de profesión. Por último, sirvió a la Diócesis
de Puntarenas en las parroquias de Chomes, El Roble, Sardinal y Monteverde.
"Quienes le conocimos y
compartimos con él podemos darnos cuenta de que fue un auténtico hombre de
Iglesia convencido de que ella existe para el servicio y apasionado buscador de
formas cada vez más nuevas para la evangelización. Sin lugar a duda podemos
afirmar que la vida del Padre Salas se resume en las palabras de Bernhard Häring
cuando dice: «amo a la Iglesia porque Cristo la ama hasta en sus elementos más
externos, la amo incluso donde descubro, con dolor, actitudes y estructuras que
juzgo no estar en armonía con el evangelio. La amo tal cuál es porque también
Cristo me ama con toda mi imperfección, con todas mis sombras y me da el empuje
constante para llegar a ser lo que corresponde a su plan salvador»", puntualizó
el Padre Murillo.
Vuela alto Padre Salas, un
enorme gracias por todo y por tanto, la Iglesia en Costa Rica no tendría como
pagarte todo lo que hiciste. ¡Contempla ahora al amor que tanto anunciaste con
palabras y con tu vida!