Papa se reúne con abogados del Llamamiento de Viena
· Ejercicio vigilante y ético del derecho
David Mora, periodista.
Este lunes 21 de agosto el
Papa Francisco recibió en el Vaticano a una delegación de abogados de los
países miembros del Consejo de Europa, signitarios del Llamamiento de Viena, un
documento firmado el pasado 11 de junio que llama a los integrantes a
comprometerse con el Estado de derecho y la independencia de la justicia
El Santo Padre abogó por el
fin del conflicto actual entre Rusia y Ucrania, porque "este llamamiento tiene
lugar en el contexto europeo actual, difícil en muchos aspectos debido, entre
otras cosas, a la guerra sin sentido en el territorio de Ucrania".
Un agradecimiento por la labor
de contribuir a la promoción de la democracia y el respeto de la libertad y la
dignidad humana fue pronunciado por el Sucesor de San Pedro, quien aseguró que "los tiempos de crisis social, económica, de identidad y de seguridad desafían
a las democracias occidentales a responder eficazmente a estas crisis,
permaneciendo fieles a sus principios que deben recuperarse continuamente y
cuya defensa requiere una gran vigilancia".
"Por eso me parece importante
que ustedes reclamen, en una de sus proposiciones, que "el Estado de Derecho
nunca sea objeto de la más mínima excepción, ni siquiera en tiempos de crisis".
La razón es que el Estado de derecho está al servicio de la persona humana y
pretende tutelar su dignidad, y esto no admite excepciones. Es un principio",
comentó en su discurso el líder de la Iglesia Católica.
Con respecto a las crisis, el
pontífice tiene consciencia de que no sólo son amenazas contra las libertades y
el Estado de Derecho en las democracias, sino que esto se pasa a la concepción
errónea de la naturaleza de los seres humanos, lo cual debilita su protección y
le abre la puerta a abusos graves que se manejan bajo la apariencia del bien.
Francisco recordó su mismo
discurso dicho el 25 de noviembre de 2014 ante el Parlamento Europeo, donde
aseguró que "el fundamento de la dignidad de la persona humana reside en su
origen trascendente, que prohíbe, por consiguiente, toda violación de la misma;
y esta trascendencia exige que, en toda actividad humana, la persona se sitúe
en el centro y no esté a merced de las modas y los poderes del momento". "Una
Europa que ya no es capaz de abrirse a la dimensión trascendente de la vida es
una Europa que corre lentamente el riesgo de perder su propia alma y también
ese espíritu humanista que ama y defiende".
Otro de los puntos en los que
el obispo de Roma se detuvo fue en la reivindicación constante de los derechos
individuales de las personas, dejando de lado la consciencia de que "todo ser
humano está vinculado a un contexto social en el que sus derechos y deberes
están ligados a los de los demás y al bien común de la propia sociedad", por lo
que haciendo referencia a la exhortación apostólica Evangelii Gaudium el Papa
dijo que una mala comprensión del concepto de derechos humanos y el mal uso de
los mismos relegan a los pueblos a "purismos angélicos", "fundamentalismos
antihistóricos", "intelectualismos sin sabiduría", características "sin bondad",
en una situación donde el Estado de derecho "ya no estaría al servicio de una
persona humana falseada y manipulada en función de intereses económicos e
ideológicos".
El líder de la Iglesia
Católica continuó dirigiendo sus palabras a los abogados motivándoles a
permanecer vigilantes en el ejercicio de su profesión, ya que "el recordatorio
del principio fundamental del secreto profesional, cuya violación deploran en
algunos Estados miembros. Comprendo y comparto su preocupación y los animo en
su acción". "Es indispensable que en nuestras sociedades se preserven espacios
de confidencialidad en los que las personas puedan expresarse y exponer sus
cargas. Esto es muy importante. En la Iglesia tenemos el secreto de confesión,
pero ustedes también tienen este espacio que...donde una persona puede decir la
verdad a su abogado para que lo ayude a salir", expresó el pontífice argentino.
La protección del medio
ambiente fue parte por lo que el Santo Padre abogó en su discurso, pues se mostró
sensible al cuidado que los abogados hacen por el bien de la casa común, les instó
no "olvidar nunca que las jóvenes generaciones tienen derecho a recibir de
nosotros un mundo bello y habitable, y que ello nos confiere serios deberes para
con la creación que hemos recibido de las manos generosas de Dios".
El Sucesor de San Pedro,
aunque no especificó cuándo será publicada, dio a conocer la información sobre
que está escribiendo la segunda parte de la encíclica "Laudato si´", donde va se
va a referir a problemas actuales en el mundo después de ocho años de la
primera entrega de esta encíclica social, además animó a los abogados a
continuar ejerciendo su profesión en función de la verdad y la justicia, concluyó
su discurso no sin antes pedirles a los presentes que rezaran por él.
Fuentes: Vatican News y
ACI Prensa.