Francisco estuvo administrando el sacramento durante 30 minutos
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Confesionarios fueron hechos por presos
David Mora, periodista
Este viernes 4 de agosto, el Papa
Francisco administró el Sacramento de la Reconciliación a tres peregrinos durante
un espacio cerca de 30 minutos pasadas las 9 de la mañana, en el Jardín Vasco
da Gama en Lisboa, Portugal. Esto mientras no paraban los vítores de los
presentes bajo el lema "¡Esta es la juventud del Papa!".
El líder de la Iglesia
Católica fue llevado en su silla de ruedas hasta el confesionario que tenían reservado
para él con un sillón blanco; el A-12. Sin embargo, el Santo Padre tomó la decisión
de cambiarse de lugar al confesionario B-12, un poco más alejado de los fieles
para asegurar un poco la privacidad de los penitentes. Para administrar este
sacramento, el pontífice se colocó una estola morada, tal y como lo prescribe
el rito.
Después de media hora, el Sucesor
de San Pedro se retiró saludando desde el carro a todas las personas presentes
a lo largo de su camino. Los 50 confesionarios hechos para la Jornada Mundial
de la Juventud (JMJ) fueron confeccionados por los privados de libertad de las
cárceles de Paços de Ferreira, Oporto y Coimbra en Portugal.
En Paços de Ferreira, algunos
de los presos fueron liberados en la mitad del proceso, por lo que durante los
trabajos se vieron obligados a renovar los equipos; mientras que en Oporto se
designó a un grupo para el ajuste de las piezas y el dar color a las
estructuras, este centro penitenciario construyó un confesionario para
mantenerlo internamente a disposición de los presos que deseen obtener la Reconciliación.
Mientras tanto, en Coimbra, cinco reclusos trabajaron dos meses en el proyecto.
Paulo Domingues, uno de los privados de libertad, explicó a los organizadores
que esta iniciativa "fue como si la sociedad los hubiera abrazado" y en una
forma "estar más cerca de ellos".
El pasado miércoles 2 de
agosto, el Padre Francisco Pinilla, sacerdote perteneciente a la Diócesis de
Bilbao, manifestó en sus redes sociales la necesidad de que más clérigos se
acercaran a la Ciudad de la Alegría para administrar el Sacramento de la
Reconciliación. "Hacen falta curas en el Parque del Perdón para confesar, que
está yendo muchísima más gente de la que estimaban y están doblando turnos. Si
alguno puede, que vaya directamente y hable con los voluntarios para adjudiquen
los sitios", escribió el presbítero.
La JMJ siempre suele ser
ocasión de que muchas personas participantes se acerquen a recibir el perdón de
Dios por medio de la Confesión, entre ellos muchos que ya tienen tiempo sin
realizarlo.
Fuente: ACI Prensa.