Papa Francisco recibió artistas en la Capilla Sixtina
· El artista es como un niño y un vidente
cuando crea
David Mora, periodista.
Este viernes 23 de junio, el
Papa Francisco recibió a artistas de todo el mundo en la Capilla Sixtina, con
ocasión del 50° aniversario de la inauguración de la Colección de Arte Moderno
de los Museos Vaticanos. ¡Aquí todo es arte, allí, ustedes, todos! fueron las
palabras del Santo Padre para dar la bienvenida a los creadores de arte.
San Pablo VI fue el primer
Papa que realizó un encuentro entre pintores, escultores, arquitectos, escritores,
poetas, músicos, directores y actores para renovar la amistad entre la Iglesia
y el arte.
El líder de la Iglesia
Católica recordó que la institución siempre tuvo una relación con los artistas
que se puede definir natural y especial. Se trata de una amistad natural
porque el artista toma en serio la profundidad inagotable de la existencia, de
la vida y del mundo, incluso con sus contradicciones y sus lados trágicos.
El artista recuerda a todos
que la dimensión en la que nos movemos es la del Espíritu observó también el
Papa. Vuestro arte es como una vela que se llena del Espíritu y nos hace seguir
adelante. Por ello, la amistad de la Iglesia con el arte es algo natural. Y
también es una amistad especial, explicó, por los tramos de historia recorrida
juntos, que pertenecen al patrimonio de todos creyentes y no creyentes,
comentó el Pontífice.
Una frase del teólogo italiano
Romano Guardini fue parafraseada por Francisco, pues este decía que mientras
crea, el artista parece un niño y a un vidente; pues se sirve de la
espontaneidad de un menor para moverse, para crear, para innovar mientras la
agudeza de un vidente capta la realidad de lo que está haciendo. También recordó
las palabras de la pensadora Hannah Arendt: lo propio del ser humano es vivir
para aportar al mundo la novedad. Ésta es la dimensión de fecundad del hombre,
aportar novedad.
La creatividad del artista
parece participar así de la pasión generadora de Dios. Esa pasión con la que
Dios nos ha creado. ¡Ustedes son aliados del sueño de Dios! Son ojos que miran
y que sueñan. No basta con mirar, hay que soñar. Son un poco como los profetas,
precisó el Santo Padre. Saben mirar las cosas en profundidad y en la distancia,
como centinelas que achican los ojos para escrutar el horizonte y sondear la
realidad más allá de las apariencias. En esto están llamados a sustraerse al
poder sugestivo de esa supuesta belleza artificial y superficial tan extendida
hoy en día y a menudo cómplice de los mecanismos económicos generadores de
desigualdades. Esa belleza no atrae porque es una belleza que nace muerta. Es
una belleza ficticia, una belleza cosmética, un maquillaje que esconde en lugar
de revelar, afirmó el obispo de Roma en su discurso.
Francisco se refirió al papel
que toman los artistas como una consciencia crítica de la sociedad, que quita
el velo de lo obvio, revelando una realidad incluso en contradicciones. En
esto de ser videntes, centinelas, conciencias críticas, los siento aliados en
tantas cosas que me importan, como la defensa de la vida humana, la justicia
social, los últimos, el cuidado de la casa común, el sentirnos todos hermanos.
Me importa la humanidad de la humanidad, esa dimensión humana de la humanidad.
Porque es también la gran pasión de Dios, indicó.
Por otro lado, Bergoglio se
refirió a la relación del arte y la fe, pues el arte no puede ser anestésico,
siempre debe dar paz, pero no adormecer las conciencias, sino mantenerlas
vigilantes, por ello les recordó a los asistentes que nosotros no solos solo luz,
y ustedes, nos lo recuerdan. Pero es necesario arrojar la luz de la esperanza
en la oscuridad de lo humano, del individualismo y de la indiferencia.
Ayúdennos a vislumbrar la luz, la belleza que salva.
También se hizo referencia a
la época de colonizaciones ideológicas mediáticas y de conflictos lacerantes,
donde el pontífice argentino tiene la perspectiva de que los artistas pueden
ayudar a dar espacio al Espíritu. Cuando vemos la obra del Espíritu, que es
crear armonía de las diferencias, no aniquilarlas, no uniformizarlas, sino
armonizarlas, entonces comprendemos lo que es la belleza. La belleza es esa
obra del Espíritu que crea armonía, agregó.
Al finalizar, el Santo Padre
pidió a los artistas no olvidar a los pobres, preferidos de Cristo, pues ellos
necesitan arte y belleza, ya que algunos experimentan duras formas de
privación de la vida; por eso, lo necesitan más. No suelen tener voz para
hacerse oír. Pueden hacerse intérpretes de su grito silencioso. El Papa terminó
agradeciendo a los artistas su presencia y les manifestó su estima, deseando
que sus obras den gloria a Dios y sean dignas de los hombres y mujeres de esta
tierra.
Fuente: Vatican News.