"El santo de todo el mundo" y de muchas comunidades en el país
· Milagros atribuidos a San Antonio de Padua
David Mora, periodista.
"A ti San Antonio cantamos,
sacerdote franciscano, Doctor de la Iglesia y guía de nuestro corazón", es
parte del estribillo perteneciente al himno dedicado a San Antonio de Padua que
se canta en la parroquia que está bajo su patrocinio en Escazú, pero esta es solo una de las
múltiples comunidades y centros educativos dentro y fuera del país que tienen
el patronazgo del "santo de todo el mundo".
En la Arquidiócesis de San
José, cuatro comunidades parroquiales, de las 110 que hay en total, una filial
y una orden de frailes franciscanos tienen como patrono al santo portugués; se
trata de las parroquias San Antonio de Padua, en Desamparados; San Antonio de
Padua, en Escazú; San Antonio de Padua, en Vázquez de Coronado y San Antonio de
Padua, en Curridabat, además de la Iglesia San Antonio de Padua de la Orden de Frailes
Menores, ubicada en Goicoechea y la comunidad filial dedicada al santo en la
Parroquia San Juan de Dios en Desamparados. Sin contar las demás comunidades
dedicadas a Fernando de Bulhóes (nombre de pila de San Antonio) en las demás
diócesis del país, pues incluso él es el patrono de la Diócesis de
Tilarán-Liberia.
Pero hoy, martes 13 de junio,
día en que se celebra al "santo de todo el mundo", no sólo múltiples
comunidades están de fiesta, también algunos centros educativos tienen este día
especial en sus jornadas, pues llevan el nombre del sacerdote franciscano,
entre ellos se destacan el Liceo San Antonio de Desamparados, el Liceo San
Antonio de Coronado y el Colegio San Antonio de Curridabat.
Celebraciones solemnes de la
Eucaristía, actos culturales, ventas de comida, juegos de pólvora, serenatas,
caravanas, obsequiar lirios y pan, entre otros actos son parte de los festejos
que se realizan en muchos lugares para festejar a San Antonio. ¿Pero, por qué
el santo paduano es tan querido alrededor del mundo?
San Antonio es muy conocido
por invocarse su intercesión cuando un objeto valioso se pierde, cuando se
busca pareja para casarse, cuando una mujer no puede quedar embarazada, también
es patrono de los panaderos, los celiácos, los pobres, viajeros, albañiles y
papeleros. Fernando Martim de Bulhöes e Taveira Azevedo nació en Portugal
en 1195, vivió su adolescencia rechazando frivolidades, ayudado por la gracia
de Dios, fue forjando una vida de oración frente al Santísimo Sacramento, a los
15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín, 10 años más tarde, en
1221; ya siendo sacerdote ingresó a la orden de los Frailes Menores
Franciscanos, allí cambió su nombre por el de "Antonio".
El presbítero participó del
capítulo general de la orden en Asís y fue enviado a predicar a pueblos y
ciudades, fue mucha la elocuencia con la que hablaba que el Papa Gregorio IX lo
llamó "Arca del Testamento". Antonio logró con sus sermones muchas conversiones
en plazas y mercados.
Cuando llegó a Padua, en
Italia, se dedicó a denunciar y combatir la usura que algunos practicaban en la
ciudad, también fue la ciudad donde ocurrieron muchos milagros por su
intercesión, entre ellos el conocido milagro eucarístico que se le atribuye, cuando
un hombre lo retó a probar que Jesucristo estaba presente en la Eucaristía; por
lo que en ánimos de burlarse este dejó a su mula tres días sin comer. El día
acordado se encontraron afuera del templo, el hombre con su mula hambrienta y
mostrándole pasto fresco, mientras San Antonio estaba con el Santísimo
Sacramento, todos los asistentes se asombraron al ver cómo la mula se hincó
sobre sus patas delanteras, adorando a Jesús Sacramentado, y consiguiendo la
conversión de su dueño.
El origen de que a San Antonio
se le invoque para encontrar objetos perdidos se debe a que un día un novicio
dejó el convento robándose el salterio que usaba el sacerdote para rezar, por
lo que él oró para recuperarlo. Ese mismo día el exfraile tuvo una visión
terrible de lo que le esperaba, por lo que se vio obligado a regresar y
devolver el salterio que hurtó. Otra de las historias que se relata sobre el
predicador insigne fue que cuando fue rechazado por el pueblo, este se fue al
mar para evangelizar a los peces, y estos salieron a la orilla para escuchar
sus palabras.
También se sabe que, en una
ocasión, el Niño Jesús se le apareció a San Antonio una noche en su cuarto, y
él lo sostuvo en sus brazos. Por ello siempre se le representa alzando al
Divino Infante. A sus 35 años, en 1231, el franciscano estaba enfermo y
exhausto, por lo que decidió retirarse a las afueras del bosque para orar; pero
sabiendo que le quedaba poco para morir, pidió regresar, aunque sólo llegó a los
límites de la ciudad.
El 13 de junio de 1231 recibió
los últimos sacramentos, le dedicó un canto con dificultad a la Virgen María,
dijo: "Veo venir a Nuestro Señor" y falleció inmediatamente. Gregorio IX, que
ya lo había elogiado en vida cuando predicaba, fue el encargado de canonizarlo
menos de un año después de su muerte, siendo uno de los santos que ha llegado a
los altares más rápido, en el siglo XX el Papa Pío XII lo declaró Doctor de la
Iglesia.
Gregorio IX y Pío XII no
fueron los únicos pontífices que elogiaron al santo sacerdote, el atributo de "el santo de todo el mundo" fue otorgado por el Papa León XII, lo cual; a 792
años exactos de su muerte se sigue cumpliendo, no sólo en Costa Rica, sino a
nivel mundial.
Los restos mortales del "Arca del Testamento" se encuentran en la Basílica Pontificia Menor de San Antonio
de Padua, en Italia, donde además de la vieja osamenta se puede apreciar su
lengua incorrupta, la cual predicó insignemente el evangelio durante su vida.
Fuente: ACI Prensa.
A continuación, podrá encontrar
algunas fotografías de las imágenes de San Antonio en las parroquias dedicadas a él en la Arquidiócesis de San José.