Acto se realizó en la Sala Clementina
· Servicio, autoridad y responsabilidad
David Mora, periodista.
En la fecha que se recuerda a
Giovanni Battista Erinco Antonio María Montini, el presidente de la República de
Italia, Sergio Mattarella, recibió este lunes 29 de mayo de manos del Papa Francisco
en la Sala Clementina, el Premio Pablo VI, con motivo de exaltar su trabajo por
el bien común inspirado en los valores cristianos durante su trayectoria
política.
Este premio es una iniciativa
del Instituto Pablo VI para resaltar a personalidades que han trabajado
incansablemente en parte cultural y en la promoción de la justa convivencia
humana, testimoniando el legado espiritual del pontífice Montini. En esta
ocasión, el Santo Padre brindó un discurso donde manifestó que fue "una bella ocasión
para celebrar el valor y la dignidad del servicio, el más alto estilo de vivir,
que antepone a los demás a las propias expectativas".
El líder de la Iglesia
Católica reconoció que el servicio es lo que hace de la política una forma de vivir
la caridad, haciendo referencia a la renuncia del retiro que realizó el
presidente Mattarella, después de haber prestado su servicio al Estado italiano
por muchos años, también recordó lo que San Pablo VI habló en 1972 a los representantes
de la Unión Europea de los Demócratas Cristianos, "dijo que quienes ejercen el
poder público deben considerarse "servidores de sus compatriotas, con el
desinterés y la integridad que corresponden a su alta función"".
Francisco también hizo
referencia al Papa que él mismo canonizó en 2018 recordando la audiencia
general del 9 de octubre de 1968, donde el pontífice italiano aseguró que "el
deber de servicio es inherente a la autoridad", y que "cuanto mayor es el deber,
tanto más elevada es la autoridad". Pablo VI habló en esa ocasión de una "tentación
generalizada, en todas las épocas, incluso en los mejores sistemas políticos";
esta es la de terminar sirviéndose de la autoridad, en lugar de ver esa autoridad
como un servicio. A esta referencia de su predecesor, el Santo Padre añadió su
reflexión mencionando que "es fácil subirse a un pedestal", pero es difícil "bajarse
al servicio de los demás".
"Pero el servicio corre el
riesgo de seguir siendo un ideal abstracto sin una segunda palabra que nunca
puede separarse de él: responsabilidad. Es, como la propia palabra indica, la
capacidad de ofrecer respuestas, basándose en el propio compromiso, sin esperar
a que otros las den. ¡Cuántas veces, señor presidente, antes con el ejemplo que
con las palabras, ha apelado usted a ella! También en esto no se puede dejar de
notar una fructífera afinidad con Giovanii Battista Montini", le manifestó
Francisco al mandatario italiano.
También sobre el servicio,
Francisco mencionó en su discurso que este produce alegría y le hace muy bien a
quien lo practica de algún modo, también recordó al "genio universal", "tesoro
inagotable de sabiduría moral" y "maestro de vida", títulos dados por San Pablo
VI, Alessandro Manzoni, quien escribió en su libro "I promess sposi" (Los
novios): "Se debería pensar más en hacer el bien, que estar bien: y así también
se acabaría siendo mejor".
En esa misma línea, el obispo
de Roma habló de la Carta apostólica Octogesima adveniens, donde el Papa
Montini menciona que "de poco sirven las palabras "si no van acompañadas en
cada uno de una conciencia más viva de la propia responsabilidad", porque es
demasiado fácil descargar en los demás la responsabilidad de la injusticia, si
no se está convencido al mismo tiempo de que cada uno participa con ella y de
que es necesaria ante todo la conversión personal".
El Sucesor de San Pedro indicó
que esa afirmación de su predecesor sigue siendo actual más de 50 años después,
pues "cuando es casi automático inculpar a los demás, mientras la pasión por el
conjunto se debilita y el compromiso común corre el riesgo de eclipsar las
necesidades individuo". "La responsabilidad, en cambio, como tantos ciudadanos
de Emilia Romaña nos han demostrado en los últimos días, llama a todos a ir
contracorriente respecto al clima de derrotismo y lamentación, a sentir las
necesidades de los demás como propias y a redescubrirse como partes insustituibles
del tejido social y humano único al que todos pertenecemos".
Al destacar esa
responsabilidad, el Papa Bergoglio se refirió al "compromiso por la legalidad",
que necesita "lucha", "determinación" y "memoria de los que sacrificaron su
vida por la justicia", como lo fue Piersanti Mattarella, hermano del presidente
italiano, o "las víctimas de la matanza mafiosa de Capaci".
"San Pablo VI constataba que
en las sociedades democráticas no faltan instituciones pactos y estatutos, pero "falta a menudo la observancia libre y honesta de la legalidad" y que en ellas "se
levanta el egoísmo colectivo". También en este terreno, señor presidente, con
su palabra y su ejemplo, corroborados por lo que ha vivido, es usted un
consecuente maestro de responsabilidad", manifestó el obispo de Roma.
El Santo Padre habló también
de cómo San Pablo VI aportó importancia a la "responsabilidad de cada uno por
el mundo de todos" en la Populorum progressio, donde invitó a "luchar sin
resignarse ante los desequilibrios de las injusticias planetarias", también
instó a "afrontar los desafíos climáticos", seguro de que el medio ambiente
sería intolerable para el ser humano "como consecuencia de la actividad
destructiva del hombre mismo que, enseñoreándose sobre la creación, se encontraría
ya sin control sobre ella".
Francisco elogió a San Pablo
VI reconociendo que el sueño del Papa que culminó el Concilio Vaticano II era construir
comunidades que participaran de la vida de la Iglesia y reunieran sus esfuerzos "por construir una solidaridad activa y vivida", donde tuvo choque con obstáculos
como "el terrible asunto de Aldo Moro".
Finalmente, el Papa Francisco
volvió a citar una vez más a Montini en Evangelli nuntiandi, donde
afirmaba que "el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a
los maestros, o si escucha a los maestros lo hace porque son testigos".
Después de esto, complacido,
el Santo Padre entregó el galardón al presidente Mattarella por ser un "testimonio
coherente y cortés de servicio y de responsabilidad".
Fuente: Vatican News.