San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco hablaron sobre la navegación por las redes
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El internet es el medio, no el fin.
David Mora, periodista.
En el marco del Día Mundial
del Internet, que también celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones y el
de la Sociedad de la Información, es necesario tener consciencia de que el
internet es una herramienta que sirve para desarrollar muchas acciones
positivas, pero se debe tener cuidado con su uso desmedido. Por eso los tres
últimos papas se refirieron a este elemento con el paso de los años.
San Juan Pablo II se pronunció
en su mensaje por la 36° Jornada Mundial de las Comuniones Sociales en 2002 reconociendo
que la Iglesia Católica se enfrentaba a este medio nuevo con mucho realismo y
confianza, teniendo en cuenta que el internet se trata de "un medio, no de un
fin en sí mismo".
El santo pontífice polaco destacaba
que el internet es una herramienta de evangelización, pero que también las
personas debían ser conscientes de pueden tener fuerzas y debilidades, "sobre
todo, al proporcionar información y suscitar interés, hace posible un encuentro
inicial con el mensaje cristiano, especialmente entre los jóvenes, que se
dirigen cada vez más al mundo del ciberespacio como una ventana abierta al
mundo". Es por esto que Wojtyla destacaba la importancia de la labor de cada
comunidad cristiana al pensar en medios prácticos de ayuda que se contactan por
medio de internet, pasando de un mundo virtual a la comunidad cristiana.
Por su parte, Benedicto XVI
habló sobre el uso del internet en su mensaje, que quedó escrito y se publicó
después de su renuncia, el 12 de mayo de 2013 en la 47° Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales. Allí el Papa Emérito se refería a las redes sociales
como el medio que debía afrontar el desafío de la inclusión verdadera, pues "los
creyentes advierten de modo cada vez más claro que si la Buena Noticia no se da
a conocer también en el ambiente digital podría quedar fuera del ámbito de la
experiencia de muchas personas para las que este espacio existencial es
importante".
Ratzinger era muy consciente
de que la virtualidad ya era parte de la vida cotidiana de muchas personas, en
especial de las más jóvenes, por lo que instaba a compartir el mensaje del Evangelio
en los sitios web, con respeto y sensibilidad, pero advertía que "los buenos frutos
que el compartir el Evangelio puede dar, se deben más a la capacidad de la
Palabra de Dios de tocar los corazones, que a cualquier esfuerzo nuestro". El Santo
Padre llamaba a tener discernimiento en medio de las provocaciones que podía
general el ambiente digital, como la facilidad con la que se alzan voces con
tonos fuertes y conflictivos, cayendo en el sensacionalismo.
El Papa Francisco se ha
referido a la virtualidad en su mensaje para la 53° Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales en 2019, destacando que "el uso de las redes sociales es
complementario al encuentro en carne y hueso, que se da a través del cuerpo, el
corazón, los ojos, la mirada, la espiración del otro".
El uso del internet moderado
es un punto clave en el mensaje del Santo Padre, pues ponía el ejemplo de que
si una familia usa el internet para estar más conectada pero cuando se sienta a
la mesa dejan a un lado los dispositivos y se miran a los ojos, este medio es
un recurso, como también lo es el que una comunidad eclesial coordine sus
actividades por medio de la red y celebren la Eucaristía juntos.
En esa sintonía, "podemos
pasar así del diagnóstico al tratamiento: abriendo el camino al diálogo, al
encuentro, a la sonrisa, a la caricia...Esta es la red que queremos. Una red
hecha no para atrapar, sino para liberar, para custodiar una comunión de
personas libres".
En aquel entonces, el pontífice
habló de que la Iglesia es una red que se encuentra tejida por la comunión
eucarística, que no se funda sobre los "like", sino sobre la verdad, sobre el "amén" con el que cada fiel se une al Cuerpo de Cristo recibiendo a los demás.
Fuente: ACI Prensa.