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Papa

El Papa se reúne con ODUCAL

Pidió la formación de mentes misioneras

·         Términos "universidad" y "católica"

 

David Mora, periodista.


El Papa Francisco mantuvo una reunión este jueves 4 de mayo con los participantes en un congreso de la Organización de Universidades Católicas de Latinoamérica y el Caribe (ODUCAL), allí manifestó su deseo de que tanto los ateneos, las instituciones académicas particulares, como también las redes de universidades católicas, se puedan convertir en centros de investigación valorados en todo el mundo, con el fin de formar mentes misioneras.

Este encuentro con el Santo Padre se da en medio de las celebraciones por los 70 años de que ODUCAL fue creada, donde uno de sus objetivos contribuir a que se formen políticas públicas sobre la educación, tanto en el campo nacional como en los supranacionales. Francisco agradeció en su discurso al prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Cardenal José Tolentino de Mendonça, saludó al presidente de la Organización, Rodolfo Gallo Cornejo y a los vicepresidentes de la Sub Regiones Andina, México, Centroamérica y el Caribe y el Cono Sur.

Esta entidad fue fundada en Chile por el arzobispo de la Diócesis de Concepción, Monseñor Alfredo Silva Santiago, quien tuvo el apoyo de otras universidades que la conforman, en total son 115, lo cual se ve representado por 1.500.000 estudiantes, más de 110.000 profesores y más de 5000 programas académicos de diferentes niveles, actualmente es la más numerosa dentro de la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC), por lo que el Obispo de Roma indicó que "esto hace que la Organización goce de solidez en el trabajo académico y, a la vez, que tenga en sus manos una gran responsabilidad, tanto en el presente como en el futuro de América Latina".

El líder de la Iglesia Católica expresó su preocupación por la pobreza y desigualdad que se vive en América Latina, lo cual definió como una "llaga que se profundiza en lugar de aliviarse". "La pandemia y sus consecuencias, el contexto mundial agravado en lo político, económico y militar, así como la polarización ideológica, parecen cerrar las puertas a los esfuerzos de desarrollo y anhelos de liberación...la presente crisis no es solo una oportunidad para constatar el agotamiento de sistemas y modelos económicos, sino que mueve a superar soluciones prejuiciosas como las que alimentan los esquemas de polarización ideológica, emocional, política, de género y de exclusión cultural", indicó el Sucesor de San Pedro, quien hizo la recomendación de no asustarse frente al "caos", porque es en ese contexto donde Dios hace sus obras más hermosas y más creativas.

Por otro lado, el Pontífice tomó un importante espacio de su intervención para reflexionar sobre la definición de "universidad" y "católica", enfatizando que el vocablo "católico" hace referencia a la armonía, por lo que la tarea del organismo es "contribuir a formar mentes católicas, capaces de observar no solo el objeto de su interés. Una mirada extremadamente precisa y focalizada puede volverse fija, fijada y excluyente...Tiene la precisión de un radar, pero pierde el panorama", también resaltó que "ser católico significa tener una visión panorámica sobre el misterio de Cristo y del mundo, sobre el misterio del hombre y de la mujer", y reivindicó que se tiene la necesidad de "mentes, corazones, manos a la altura del panorama de la realidad, no de la estrechez de las ideologías".

Un ejemplo de mirada católica que propuso el Santo Padre fue el comienzo de la Gaudium et spes, que es la Constitución que el Concilio Vaticano II regaló al mundo contemporáneo, indicando que "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo" (n.1). Francisco manifestó sobre el documento que este "nos habla de la vida humana "católicamente", no selectivamente"; es decir, "se interesa de toda la condición existencial y no solo de una parte, porque en todas habita la gloria de Dios. Si la alegría atrae a tal punto de silenciar la voz del dolor de cercanos y lejanos, es solo euforia, no tiene alcance".

El Papa se refirió las heridas infectadas por una alegría que anestesia, mas no cura, por lo que lo único que hace es tapar la dolencia, por ello indicó que "al contrario, si la atención al dolor propio y de los demás consume las energías de la esperanza, se vuelve la excusa para eludir el riesgo y la voluntad necesaria para volver a apostar por la vida, aun si nos ha decepcionado", por ello les pidió a los universitarios que sean católicos en ese sentido de la palabra, no sectarios; que sean universitarios porque quieren ser católicos.

Francisco se refirió también Pacto Educativo Global como la ayuda para alimentar el fuego encendido por Dios en América Latina. Este Pacto se lo ha confiado a la entonces Congregación para la Educación Católica y ahora al nuevo Dicasterio para la Cultura y la Educación. También se mostró alegre por el hecho de que muchas universidades coordinadas por su asociación y la misma promueve con energía ideas y proyectos inspirados por esta iniciativa, por lo que les exhortó a seguir adelante y manifestó que es hermoso que las universidades tengan misiones, ya que "una universidad católica debe ser misionera, es decir, con las puertas hacia afuera, dado que la misión es la inspiración, el impulso, el esfuerzo y el premio de toda la Iglesia".

Otro punto en el discurso del Pontífice fue la misión de las universidades, la cual definió como instruir a hombres y mujeres a aprender bien la gramática y el vocabulario de la humanidad, para sí poder tener el destello que permite imaginar lo inédito, también la formación para que las personas vislumbren en el pueblo "una danza", un movimiento donde nadie se vea excluido. El Papa confesó que, si tuviera que traducir la palabra "misión" académicamente, usaría el vocablo "investigación", pues quien investiga tiene la mente y el corazón misioneros, no es conformista con lo que tiene, siempre tiene la necesidad de buscar.   

"El misionero conoce la alegría del Evangelio y no ve la hora de que los demás la experimenten. Por eso, sale de la patria de sus convicciones y de sus costumbres, yendo hacia lugares inexplorados. Conoce el Evangelio, pero no sabe qué frutos dará en ese terreno extranjero. Es precisamente la tensión entre saber y no saber la que lo impulsa hacia adelante y lo protege de la presunción de conocerlo todo. Sabe, y se deja sorprender por lo que conocerá. Por eso, el misionero ama la reciprocidad: enseña y aprende, convencido de que todos tienen algo que enseñar...así el investigador si no está dispuesto a salir y a aprender, renunciará a quién sabe qué maravilloso saber, mutilando su misma inteligencia. Es muy triste encontrar intelectuales, hombres y mujeres de grande inteligencia, pero con la inteligencia mutilada. Que sus ateneos, como instituciones académicas particulares y como redes de universidades católicas, puedan convertirse en centros de investigación valorados en todo el mundo. También así formarán mentes misioneras", indicó el Santo Padre.

Al finalizar la reunión, Francisco agradeció el trabajo de la Organización, les animó a seguir adelante y pidió que rezaran por él.


 

Fuente: Vatican News.