Cardenal Gambetti habla sobre la acogida de los jóvenes en la Iglesia
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Jóvenes inestables y rápidos son un don
para la Iglesia
David Mora, periodista.
El pasado 18 de abril por la
tarde, en medio del segundo encuentro del ciclo de conferencias "Caminando
hacia Lisboa - 10 años de Francisco", en preparación para XXXVIII Jornada
Mundial de la Juventud (JMJ), que se realizó en la Pontificia Universidad
Gregoriana, el vicario general de Papa para la Ciudad del Vaticano y
archipreste de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Mauro Gambetti, habló que
la Iglesia debe acoger a los jóvenes como el "motor de su influencia en el
mundo".
El objetivo de estos
encuentros, organizados por el Centro de Fe y Cultura "Alberto Hurtado" y la
Embajada de Portugal ante la Santa Sede, es fomentar el diálogo para poder
enmarcar las perspectivas abiertas del Papa Francisco en su Magisterio, las
cuales se dirigen a las nuevas generaciones cristianas. Es por esto que el purpurado
habló con el presidente de la Fundación Juan Pablo II para Juventud, Daniele Bruno,
quien pidió algunas reflexiones sobre la actualidad de la juventud y la Iglesia,
viéndolo desde la encíclica Fratelli tutti.
"María se levantó y se fue de prisa",
es el tema de la próxima JMJ, basado en la escena de la Visitación de la Madre
de Dios a su prima Santa Isabel, en el cual el cardenal Gambetti se basó para
hablar a la juventud presente. Comentó que versículo elegido por el Santo Padre
hace referencia al movimiento y a la celeridad, lo cual es una de las posturas
del mundo juvenil, quienes van de prisa y son inestables y muy rápidos, por
ello la Iglesia Católica le sale al encuentro, les abraza estas características
y les orienta, pues estos no son defectos; sino "posturas, modos" con que los jóvenes
de esta época han crecido y continúan creciendo.
Para el cardenal, estas
posturas veloces e inestables son un valor añadido que ayuda a los jóvenes a alcanzar
un equilibrio, ya que la globalización es quien los empuja hacia estos caminos,
por lo que la inestabilidad puede ser señal de que la Iglesia debe ofrecerle a
la sociedad horizontes. Gambetti analizó cómo la inestabilidad necesita de un
movimiento interno, por lo que tiene un impacto con la realidad interrogante
que lo genera, siendo esto una de las claves para abrir el corazón a las
mociones del espíritu.
La inestabilidad es "clave
para captar los retos de la sociedad y tratar de orientarlos en la dirección de
la espiritualidad", considera el purpurado, quien también subraya que esa
espiritualidad se debe redescubrir, por lo que es necesario volver a darle a la
dimensión espiritual la dimensión que le toca para que el ser humano pueda enfrentar
estos desafíos.
Los jóvenes se ven inducidos a
la prisa, al amor universal o a la ansiedad, por lo que el cardenal manifiesta
que se debe comprender con exactitud qué es lo que los motiva a estas
situaciones. "Hacer que los jóvenes redescubran el sentido de esta prisa es la
manera de que se sienta a gusto", por lo que la Iglesia debe moverse con el
tiempo que pide la sociedad si desea alcanzar esta meta.
Por otro lado, el purpurado habló
de la encíclica del Papa Francisco Fratelli tutti comentando que todas las
personas deben considerarse hermanos en medio de una sociedad que se mueve y
empuja al individualismo, aislamiento y conduce a un distanciamiento que se
puede convertir en una enemistad. Por ello el cardenal ve en la encíclica un
horizonte de vida, pues si no hay fraternidad, todo se volverá hostil, por lo
que cree los políticos deben leerla.
En la perspectiva del Cardenal
Gambetti, un político tiene el deber de tener al prójimo en su corazón, "porque
de lo contrario muere el sentido humano de la política", también ve a la
tecnología como un reto de la sociedad contemporánea, pues esta plantea varias
preguntas con relación al metaverso y la inteligencia artificial.
Ante este reto, el purpurado consideró
que la Iglesia Católica debe actuar como enzima de la agregación de los
intereses creados, pues plantea una mesa de alto nivel para definir normas
internacionales que logren impedir que el avance tecnológico llegue a dominar
al ser humano.
La Jornada Mundial de la
Juventud se realizará en Lisboa, Portugal, del 1 al 6 de agosto de 2023.
Fuente: Vatican News.