Deben abandonar el país en un plazo de 72 horas
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Una de las hermanas está en cama por
derrame cerebral
David Mora, periodista.
La dictadura en Daniel Ortega
y Rosario Murillo en Nicaragua ordenó la expulsión de tres religiosas pertenecientes
a las Hermanas Dominicas de la Anunciata, que ejercían su ministerio en el
Asilo de Ancianos "López Carazo" en Rivas y, según la notificación que recibió
la Diócesis de Granada, deberán abandonar el país en menos de 72 horas.
Se trata de Rosario e Isabel
Blanco, quienes son costarricenses y estarían llegando al país en las próximas
horas, y la Hermana Teresa, que es guatemalteca, pero debido a que sufrió un
derrame cerebral se encuentra en cama, por lo que para su salida requerirá de
una ambulancia.
La Hermana Rosario desde hace
24 años es quien se encargaba de dirigir el hogar de ancianos, mas el personal
del asilo indicó que seguirán trabajando con normalidad y no se ha cancelado la
personería jurídica del sitio. Por el momento, un sacerdote de la Diócesis de
Tilarán, Guanacaste, se dirige hacia la frontera con Nicaragua, enviado por Monseñor
Manuel Salazar para averiguar si hay alguna novedad con respecto a esta expulsión.
Por su parte, el pasado lunes
3 de abril, Lunes Santo, el Padre Donaciano Alarcón fue expulsado de Nicaragua,
después de ser interceptado por agentes policiales que lo estaban esperando al
salir de la Misa Crismal en la Catedral de Estelí. El presbítero indicó que en
ningún momento recibió un mal trato ni fue víctima de ataques violentos por
parte de los agentes, quienes "me metieron a una patrulla con dos policías y me
llevaron a la frontera. Me hicieron cruzar y me dijeron que estaba fuera del
país y no podía regresar más". "Yo estoy bien, gracias a Dios, porque al cruzar
la frontera de Nicaragua a Honduras, me encontré con muchos ángeles, con
montones...la Policía en realidad no se portó mal, fueron educados y me ofrecieron
hasta comida", manifestó el clérigo.
A causa de la defensa de los
derechos humanos que promueve la Iglesia Católica, la dictadura nicaragüense ha
emprendido una fuerte persecución religiosa, también se ha violentado la
libertad de expresión al apresar y expulsar a las personas que cuestionen al
régimen, entre ellos al obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando
Álvarez, quien fue condenado a 26 años de prisión por el delito de "traición a
la patria".
Fuentes: 100% Noticias
y ACI Prensa.