Misa Vespertina de la Cena del Señor
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Arzobispo de San José realizó el lavatorio
de pies
David Mora, periodista
"Habiendo amado a los suyos
que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo". Estas fueron las palabras
que escucharon en el Evangelio cientos de fieles que abarrotaron la Catedral Metropolitana
Santuario Nacional San José este Jueves Santo, al ser las 6 de la tarde, para
celebrar la Misa Vespertina de la Cena del Señor, la cual inaugura el Sagrado
Triduo Pascual que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo.
La celebración fue presidida
por el arzobispo metropolitano de San José, Monseñor José Rafael Quirós, quien
fue acompañado por varios sacerdotes y diáconos. La homilía estuvo a cargo del
vicedeán del Cabildo Metropolitano, el Padre Víctor Hugo Munguía, quien
manifestó que así como el pueblo de Israel celebraba su libertad con una cena,
también los misterios de salvación, "por voluntad expresa de Jesucristo, se
celebran también en una comida, y no como recuerdo nostálgico de lo que pasó en
el Siglo I, dicen los que saben que en el año 30, sino como una realidad
presente y actuante, porque cada vez que celebramos la Sagrada Eucaristía, allí
se hace presente Cristo muerto, Cristo Resucitado, que se nos da en alimento
para poder nosotros vivir en cristiano"
Por otro lado, el arzobispo
realizó el gesto tradicional de lavar los pies a doce personas que representan
a los apóstoles, esto recordando el acto de Cristo la noche de la Última Cena
antes de ser crucificado, donde les pidió que se amaran, así como Él los ha
amado. La celebración continuó con normalidad hasta el momento de la comunión,
cuando se dejó la Sagrada Comunión en un solo copón puesto en el altar y se
procedió a su reserva mediante un traslado solemne hacia el Santo Monumento.
Este lugar es un espacio que
las iglesias realizan todos los Jueves Santo para reservar la Santa Eucaristía,
ya que al celebrar la Pasión de Cristo no se debe reservar en los sagrarios
como habitualmente se hace. Este debe ser, de preferencia, un lugar a parte del
presbiterio. En esta ocasión se realizó en frente del altar al Sagrado Corazón
de Jesús, al extremo derecho del templo catedralicio, y se representó con una
barca que lleva la bandera vaticana y encima una caja transparente para
reservar las hostias consagradas, esto para querer decir que Jesús es quien
guía la barca de la Iglesia.
La Iglesia Católica pide a los
fieles guardar un momento de oración frente al Sagrado Monumento durante la noche
del Jueves Santo para acompañar a Jesús en el momento de su agonía antes de ser
arrestado y se quedó solo en vela al ver a sus apóstoles dormidos.
Esta reserva de la Eucaristía
es importante, pues allí se encuentran las formas consagradas que los fieles
comulgarán mañana en la tarde cuando se celebre la Liturgia de la Pasión del
Señor, ya que el Viernes Santo no se celebra la misa en ninguna parte del
mundo.