Responsive image

Iglesia

Todo listo para celebrar la Pascua

Realizaron Misa Crismal en la Catedral Metropolitana este Jueves Santo

·         Los sacerdotes renovaron sus promesas hechas el día de su ordenación

 

David Mora, periodista

La mañana de este Jueves Santo, cientos de seminaristas, diáconos y sacerdotes se hicieron presentes en la Catedral Metropolitana Santuario Nacional San José para participar en la solemne Misa Crismal, que prepara los materiales necesarios para la celebración de los misterios pascuales, que empiezan a conmemorarse esta tarde con la Misa Vespertina de la Cena del Señor.

Desde las 8 de la mañana cientos de fieles pudieron acompañar al arzobispo metropolitano de San José, Monseñor José Rafael Quirós, y a los miembros del Venerable Cabildo Metropolitano para rezar las Laudes, y posteriormente para celebrar la Santa Eucaristía en el día que se conmemora la institución del sacerdocio, del mandamiento del amor y del memorial de la Pasión y Muerte de Cristo en el sacramento eucarístico.

En su homilía, Monseñor Quirós recordó el don de la Santa Eucaristía por lo que indicó que el sacramento es la fuerza del ministerio de los sacerdotes. "Hoy es un día especialísimo para dar gracias a Dios, para dar gracias al Señor por el regalo de la Santísima Eucaristía, por el inmenso regalo del sacerdocio ministerial y por ser mandados a vivir comprometidamente el mandamiento del amor. Todo ello contemplado desde el marco de la entrega de Cristo en el sacrificio de la cruz. De no hacerlo así, podemos perfectamente caer en las distorsiones teóricas en las cuales han caído algunos, por ello ¡qué importante es meditar sobre la realidad sacramental, tanto de nuestro ministerio como de las acciones sacramentales que el Señor nos envía a realizar! Y bien sabemos que son acciones de Jesucristo y acciones de la Iglesia", manifestó.

En esta celebración es primordial que todos los sacerdotes se presenten a concelebrar con el obispo, pues es el signo de comunión con él como sus colaboradores, por ello, después de escuchar la homilía todos renovaron anualmente las promesas hechas el día de su ordenación. Inmediatamente después se procedió a la Liturgia de la Bendición de los Óleos, la cual dio inicio con el canto del himno "O Redemptor", mientras se realizaba la procesión de los aceites, llevados por tres diáconos por la nave central del templo catedralicio y presentados al arzobispo, quien primeramente bendijo el oleo de los enfermos; el cual se usa para ungir a las personas que tienen un padecimiento o están peligro de muerte, posteriormente bendijo el óleo de los catecúmenos; con el cual se le unge el pecho a quienes se están bautizando y por último se consagró el Santo Crisma con el gesto de revolverlo con los aromas, soplar en la vasija y hacer la oración consagratoria. Este aceite se usa para ungir a los bautizados y a los confirmandos en la cabeza, consagrar los altares, ungir las manos de los neopresbíteros y la coronilla de los obispos en su ordenación.

Esta misa es la última preparación para celebrar la Pascua, pues en la Cuaresma se preparó el alma con el perdón de los pecados a través del Sacramento de la Reconciliación, por lo que se realizaron jornadas extraordinarias de confesiones, ahora se preparan el Óleo de los Catecúmenos y el Santo Crisma principalmente para los bautizos que se realizarán el próximo Sábado Santo en la noche cuando se celebre la Vigilia Pascual.

Terminada esta liturgia, se procedió a realizar la Liturgia Eucarística con normalidad, al finalizar la celebración, los aceites fueron incensados por el arzobispo y retirados en procesión a la Capilla del Santísimo Sacramento, allí todos los sacerdotes pasaron a recoger los óleos que llevarán a sus parroquias para utilizarlos por un año hasta la próxima Semana Santa, cuando se realice este rito de nuevo. El Santo Crisma y los óleos son recibidos solemnemente esta tarde al iniciar la Misa Vespertina de la Cena del Señor, la cual introduce el Sagrado Triduo Pascual.