Comisión de Bioética de la CECOR se manifiesta sobre este tema
·
El ser humano no es un instrumento
manipulable
David Mora, periodista.
Este miércoles 22 y jueves 23
de marzo, se celebrarán las audiencias públicas del caso Beatriz y otros vs El
Salvador en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se alegan
supuestas violaciones a los derechos de Beatriz y su familia por la prohibición
absoluta del aborto en El Salvador. Por ello, la Comisión de Bioética (CONABIET)
de la Conferencia Episcopal de Costa Rica se pronunció sobre esta situación.
En el comunicado emitido este
miércoles, el presidente de CONABIET y obispo de la Diócesis de Alajuela,
Monseñor Bartolomé Buigues, y el secretario ejecutivo de la Comisión, el Padre
Hernán Chaves, indicaron la importancia que tiene esta resolución, pues puede
ser vinculante para toda Latinoamérica, por ello recordaron que ?el concepto de
dignidad de la persona humana debe ser siempre la clave interpretativa de los
derechos humanos?, y por tanto, "todas las afirmaciones, principios y derechos
que se mencionan en los diversos instrumentos internacionales han sido
redactado, y deben ser siempre interpretados, a la luz de la dignidad de la
propia mujer y del varón".
El documento cita tres clausulas
importantes con respecto al derecho humano principal, uno es el primer
preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se
manifiesta la necesidad de "reconocer la dignidad intrínseca de los derechos
iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana", también en
los artículos 1, 2 y 7 de dicha Declaración se protege el Derecho a la Igualdad
y la no Discriminación de todo ser
humano. La segunda cita fue del preámbulo de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH) o Pacto de San José de Costa Rica, que manifiesta que "los derechos
esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado,
sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana", también se
reconoce el Derecho a la Honra y la Dignidad en el artículo 11 y en el numeral
24 el Derecho a la Igualdad. La tercera referencia se encuentra en la
Constitución Política de Costa Rica, que establece en el artículo 33 que "toda
persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna
contraria a la dignidad humana".
Ante esto, los encargados de la
Comisión de Bioética expresaron que los cristianos deben defender la vida
humana desde su concepción porque este es el único ser que vale por sí mismo y
no en razón de ninguna circunstancia, ya que fue creado "a imagen y semejanza
de Dios" (Gen 1,27), por lo que "esta semejanza demuestra que el hombre, única
criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo" ha sido dotado de valor
absoluto, así lo indica el documento Gaudium et spes sobre la Iglesia en el
mundo actual.
Ante este caso, se recuerda
que el ser humano no es algo, es alguien; no es un instrumento manipulable, por
ello varios instrumentos internacionales de derechos humanos lo indican, entre
ellos citaron el ejemplo del párrafo 2 del artículo 1 de la CADH, donde se
dispone que "persona es todo ser humano", y se agrega en el artículo 3 que "toda
persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica". Sobre
esto explicaron que lo primero que reclama la personalidad jurídica en un ser
humano, es su derecho a la vida, siendo este el derecho fundamental, y que, si
este no está presente, no se puede ejercer ningún otro derecho.
En consecuencia de esto, la
Comisión de Bioética de la Conferencia Episcopal de Costa Rica se pronuncia afirmando
que "desde el primer momento de su existencia, por la misma fecundación, el ser
humano se encuentra dotado de la especial dignidad que le es propia como
persona y goza de los derechos que le corresponden conforme a la etapa de su
desarrollo", así lo indica la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la
Instrucción Donum vitae sobre el respeto a la vida humana naciente y la
dignidad de la procreación; también manifestaron que "desde el comienzo de su
existencia, el ser humano en gestación es persona y tiene derecho al
reconocimiento de su personalidad jurídica, con todas las consecuencias propias
de dicho reconocimiento, incluido el derecho a la vida, a la integridad física
y al respeto de su dignidad humana, derechos que la Corte IDH está llamada a
proteger".
Al finalizar, los religiosos
pidieron la intercesión de la Patrona de Costa Rica, Nuestra Señora de Los
Ángeles, a quien le confiaron la defensa del derecho a la vida en el país.