Evento se realizará el próximo 30 de setiembre
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Las diferencias teológicas no impiden
rezar juntos
David Mora, periodista.
El próximo 30 de setiembre se
celebrará en la Plaza de San Pedro la vigilia ecuménica de oración "Juntos" para inaugurar la Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad, por lo que
se tuvo un encuentro con los organizadores este miércoles con el Papa Francisco
en el Vaticano. En la audiencia estuvieron alrededor de 70 personas de toda
Europa que colaboran con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y
el Vicariato de Roma.
El momento que marcó las
jornadas fue el encuentro con el párroco de Santa María in Portico en
Campitelli, el Padre Davide Carbonaro, quien también se desempeña como
referente del camino sinodal de la Iglesia de Roma, en diversos momentos de
asamblea y talleres en la Curia General de la Compañía de Jesús, por visitas a
nivel ecuménico. También se pudo conocer el trabajo de orientación ecuménica
con los migrantes y refugiados que llegan a Roma por medio de los corredores
humanitarios, los organizadores quieren unirse a estas personas que viven la
aventura del desprendimiento y la acogida en una tierra que no les pertenece.
Por otro lado, la pastora
protestante, Anne-Laure Danet, asegura que, así como la sinodalidad se aprende
practicándola, con el ecumenismo pasa lo mismo, por lo que está convencida de
la importancia de participar en la oración en el Vaticano en vísperas de la
Asamblea Sinodal. "Es una ocasión extraordinaria para vivir lo que llamamos "ecumenismo solidario", que significa precisamente encontrar momentos de
oración juntos. Porque son amistad no hay ecumenismo. Creemos en la unidad
reconciliada...Estos días la atención se ha centrado en la escucha de la Palabra
de Dios y lo mismo ocurrirá en setiembre. El reto es movilizar no sólo a los
jefes de las Iglesias, sino a todo el pueblo. Como se suele decir, solos vamos
deprisa, pero juntos llegamos lejos", manifestó.
El encuentro con el Santo
Padre esta mañana, antes de la audiencia general de los miércoles en la Plaza
de San Pedro, sirvió para aumentar los ánimos y recordar que las diferencias
teológicas en el ecumenismo no son impedimento para rezar juntos. El Papa les
recordó algunas de sus experiencias ecuménicas de juventud, pensando en los
avances desde antes del Concilio Vaticano II, cuando había un ambiente distante
a los miembros de otras iglesias, y cómo eso ha cambiado hasta la actualidad.
Por su parte, el prior de la
Comunidad Ecuménica de Taizé, el Hermano Alois, quien formó parte del encuentro
con el obispo de Roma, dijo que se encuentra agradecido por colaborar y caminar
junto a diferentes comunidades, movimientos e iglesias que aún no se conocían,
indicó que "en este encuentro que hemos tenido es como una pequeña imagen de lo
que queremos vivir el 30 de setiembre aquí, en la Plaza de San Pedro, cuando
los cristianos de todas las iglesias celebren juntos la unidad que viene de
Cristo".
Alois quedó impresionado de
que el Papa Francisco les diera en la audiencia que "aunque el Espíritu Santo a
veces crea un poco de desorden, después viene la armonía" y esta armonía hace
que el Sínodo no sea un parlamento, sino algo que viene de Dios. El religioso
asegura que "es muy valiente que el Papa haya iniciado este camino de apertura
al Espíritu Santo", por lo que en Taizé tienen mucha gratitud con él.
El religioso tiene presente
que hay dificultades con la ecología y los conflictos bélicos, por lo que
recuerda que el ecumenismo no tiene el objetivo de resolver esas situaciones, "pero debemos tomarnos en serio la Palabra de Cristo de ser Uno", lo cual ahora
también se torna difícil por las tensiones en la Iglesia Ortodoxa, por ello
deben buscar la comunión en lo que sea posible en este momento, ya que, según
su propia experiencia visitando Ucrania la pasada Navidad, hay tensiones entre
las propias iglesias, por lo que no es fácil crear la unidad entre ellas.
El prior tiene un gran cariño
por el Santo Padre, de quien comentó que siempre lo recibe todos los años y tienen
un momento para compartir, con una serenidad que lo impresiona, por lo que lo
ve como un ejemplo, no sólo para él, sino para todos los cristianos.
Fuente: Vatican News.