Audiencia General (VIDEO)
Que la Cuaresma sea un tiempo propicio para revitalizar el dinamismo misionero y ponerse al servicio del Evangelio y de la humanidad. En la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco continúa el ciclo de catequesis sobre la pasión por evangelizar. Y recuerda que, en el signo de la evangelización, hay como un puente entre el primer y el último Concilio. Un puente, añade, cuyo arquitecto es el Espíritu Santo. La invitación del Pontífice es a ponerse a la escucha del Concilio Vaticano II, para descubrir que evangelizar es siempre un servicio eclesial, nunca solitario, nunca aislado o individualista y sin hacer proselitismo.
En efecto, el evangelizador transmite siempre lo que ha recibido. San Pablo lo escribió primero: el Evangelio que él anunciaba y que las comunidades recibían y en el que permanecían firmes es el mismo que el Apóstol mismo había recibido (cf. 1 Co 15,1-3). La fe se recibe y la fe se transmite... Este dinamismo eclesial de transmisión del Mensaje es vinculante y garantiza la autenticidad del anuncio cristiano.
Francisco subraya que la dimensión eclesial de la evangelización constituye un criterio de verificación del celo apostólico: la tentación de proceder en solitario está siempre al acecho. Igualmente peligrosa es la tentación de seguir caminos pseudoeclesiales más fáciles, de adoptar la lógica mundana de los números y las encuestas, de contar con la fuerza de nuestras ideas, programas, estructuras. Lo esencial es la fuerza que da el Espíritu para anunciar el Evangelio. Lo demás, explica el Papa, es secundario.
Fuente: vaticannews.va