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Papa

Papa se reúne con el Círculo de San Pedro

Organización se encarga de realizar actividades caritativas y de voluntariado

·         Reflexión sobre el Buen Samaritano

 

David Mora, periodista

Este lunes, el Papa Francisco recibió en una audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros del Círculo de San Pedro, una asociación fundada de 1869 en el pontificado de Pío IX, con el fin de asegurar la alimentación de los pobres en Roma.

Durante la audiencia, el Santo Padre les manifestó que reconoce en ellos "la imagen del Buen Samaritano", pues siempre están con las personas de escasos recursos en los comedores, centros de escucha, en dormitorios o casas de familia para los pequeños hospitalizados en el Bambin Gesú. El Papa también les agradeció el tiempo, "la energía, la creatividad, la paciencia y la perseverancia" que ofrecen en esta obra de caridad de voluntariado. A Francisco le impresionó el número de actividades y los rostros detrás de ellas, donde también hay historias, heridas y llagas.

El pontífice volvió a retomar la reflexión de la parábola evangélica del Buen Samaritano, la cual ha hecho en los últimos días, recordó que acercarse "al hombre herido junto al camino" con "compasión", "porque su corazón es tierno, no está endurecido, es capaz de ternura". El Papa comentó Dios hace las cosas con tres actitudes: Cercanía, misericordia y ternura.

Francisco indicó que la ternura es el "rasgo del amor de Dios que se necesita hoy más que nunca", pues es muy distante a un sentimiento. "Muchas veces, una caricia dada desde el corazón hace más bien que unas monedas. En sociedades a menudo contaminadas por la cultura de la indiferencia y la cultura del descarte, como creyentes estamos llamados a ir contracorriente con la cultura de la ternura, es decir, de cuidar a los demás como Dios ha cuidado de mí, de nosotros, de ti, de cada uno de nosotros", indicó el obispo de Roma.

Para el Santo Padre, Jesús es el Buen Samaritano por acercarse "a los pequeños, a los marginados, a los últimos", por haber "dado la vida por nosotros, necesitados de misericordia y de perdón", y agregó que gracias a ese amor es que se puede amar de verdad a los demás en la medida en que nos sabemos amados por Dios, así como se ayuda en la medida en que sentimos ser ayudados y cada persona se levanta si se deja levantar por Él.

El Papa explicó que todo esto se puede vivir "en el silencio de la oración, cuando nos despojamos de nuestros roles, de nuestros cargos, tal vez incluso de nuestras máscaras" y Dios "puede poner su Espíritu en nuestros corazones, puede donarnos su compasión y donarnos su ternura", manifestó el Santo Padre, quien también comentó que así trabaja Dios con la humanidad, por lo que este "es el secreto de la vida cristiana y, de modo particular, del servicio caritativo".

Al finalizar, Francisco animó a los miembros del Círculo de San Pedro a mantenerse en su misión, lamentó no poder acompañarlos por las calles romanas, pero les aseguró su cercanía y oración.


 

Fuente: Vatican News.