Entre los liberados están sacerdotes y seminaristas
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Se desconoce el paradero de Monseñor
Álvarez
David Mora, periodista.
Este jueves 9 de febrero, la
dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua deportó a 222 presos políticos, entre
los cuales se encuentran varios sacerdotes y seminaristas, hacia Washington D.C.
(Estados Unidos) tras una sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua.
La sentencia indica que se
ordena la deportación "a los sentenciados que por diferentes ilícitos violentaron
el ordenamiento jurídico y constitucional atentando contra el Estado de
Nicaragua y la Sociedad nicaragüense,
perjudicando el interés Supremo de la nación". También manifiesta la expulsión
de los presos políticos se ha hecho "para proteger la paz, la seguridad
nacional, el orden público, la salud, la moral pública, los derechos y
libertades de terceros".
Entre los deportados están los
sacerdotes Oscar Benavides Dávila; de 50 años y párroco de la Parroquia Espíritu
Santo en Molokukú, Ramiro Reynaldo Tijerino Chávez; de 50 años y rector de la
Universidad Juan Pablo II, Sadiel Antonio Eugarrios Cano; de 35 años y
exvicario de la Catedral de Matagalpa y José Luis Díaz Cruz; de 33 años y actual
vicario de la Catedral de Matagalpa.
Junto a los clérigos también
se suman a la lista el diácono Raúl Antonio Vega González; de 27 años, los
seminaristas Darvin Esteylin Leiva Mendoza; de 19 años y Melkin Antonio Centeno
Sequerira; de 23 años, y el fotógrafo Sergio José Cárdenas Flores, de 32 años.
El pasado 4 de febrero, el
Padre Benavidez fue condenado a 10 años de prisión, mientras que los demás
fueron condenados dos días después, el 6 de febrero, a 10 años de cárcel; la sentencia
se dividía en cinco años de prisión por el supuesto delito de "conspiración
para cometer menoscabo a la integridad nacional" y otros cinco años por la "propagación de noticias falsas", sumándole 800 días de multa.
Algunas fuentes indican que el
obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, quien fue
secuestrado por la dictadura de Ortega desde agosto de 2022 y detenido en
arresto domiciliario en Managua, manifiestan que el religioso fue retirado de
su casa cerca de las 3 de la mañana, hora local, de este jueves, y que se
encontraría a bordo del avión con los demás deportados enviados a Norteamérica,
aunque su nombre no está incluido en la lista oficial. Otras fuentes señalan
que el prelado fue llevado a la cárcel local, donde esperará su juicio
programado para el 15 de febrero.
Según dijo el diario nicaragüense
La Prensa, los universitarios de las protestas de 2018 se encontraban entre al
menos 40 presos políticos en la cárcel de torturas El Chipote y son
considerados opositores "de alto perfil".
En una declaración del
secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, se indica que el país "da
hoy la bienvenida a 222 personas que habían sido encarceladas por el Gobierno
de Nicaragua por ejercer sus libertades fundamentales y que han soportado
largas detenciones injustas". Agregó que "la liberación de estas personas, una
de las cuales es ciudadana estadounidense, por parte del Gobierno de Nicaragua
supone un paso constructivo para abordar los abusos de los derechos humanos en
el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua
sobre cuestiones de interés". Blinken manifestó en su declaración que lo ocurrido
es "producto de una diplomacia estadounidense concertada" y que desde el país
norteamericano continuarán dando apoyo al pueblo centroamericano.
Por su parte, el obispo
auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, quien reside en Miami (Estados
Unidos), escribió en su cuenta de Twitter: "Me alegro profundamente de que los
presos políticos de #Nicaragua estén fuera de la cárcel. ¡Doy gracias a Dios
por ellos! Nunca debieron ser apresados".
El prelado manifestó que la dictadura
de Nicaragua comete otro crimen al desterrar a estos ciudadanos, pues muestra "que
son ellos quienes no merecen ser nicaragüenses".
Fuente: ACI Prensa.