Revelan imágenes antiguas de la Basílica de Los Ángeles en Cartago
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Construcción y cambios de la casa de "La
Negrita"
David Mora, periodista.
Este miércoles 25 de enero,
las redes sociales de la Basílica Nuestra Señora de Los Ángeles revelaron unas fotografías
que se encontraron del templo, de las que se desconoce su autor. Las imágenes datan
del siglo pasado cuando la estructura tenía pocos años de estar en pie.
Las fotografías en blanco y
negro muestran la casa de "La Negrita" en diferentes épocas, probablemente
después de 1935; cuando se cumplieron los 300 años del hallazgo de la imagen de
la Virgen de Los Ángeles y el actual templo estaba recién terminado y antes de
los años setenta, cuando se dio en la Iglesia la reforma litúrgica. Esto debido
a que, en una imagen interna, el altar mayor se aprecia pegado al camarín de la
Patrona de Costa Rica.
En el libro "La Basílica de
Nuestra Señora de Los Ángeles: Testimonio Arquitectónico de la Fe Costarricense" de Sonia Gómez, se relata que después del terremoto de 1910, donde la ciudad de
Cartago quedó destruida, los cartagineses comenzaron a recaudar fondos para
construir una nueva iglesia y en setiembre de 1912, la municipalidad acordó "donar
el producto de las patentes expedidas para los comercios autorizados durante
las fiestas de turno". Ya para 1915, Monseñor Juan Gaspar Stork envió una
circular a todo el presbiterio diciendo que la construcción del Santuario era
de carácter nacional por tratarse de la patrona del país, por lo que solicitó
ayuda.
La construcción del templo
enfrentó dificultades económicas por dos acontecimientos históricos: La I
Guerra Mundial de 1914 a 1917, y en 1917 el golpe de Estado dado por los Tinoco
al gobierno del entonces presidente Alfredo González Flores. Esto generó atrasos
en la edificación, ya que el objetivo inicial era hacerla de armadura de acero,
pero al final, dadas las circunstancias, se optó por hacerla de madera. Existen
fotografías del 26 de abril de 1926, fecha en que la Virgen de Los Ángeles
recibió la corona pontificia (hecho que está representado en uno de los vitrales
de la Basílica), donde se realiza la celebración en un templo que aún está
inconcluso, aunque ya se aprecia la forma de la estructura actual,
prácticamente le hacía falta la fachada que hoy se conoce, la cual ya estaba
terminada en 1930.
En la fotografía interna del
templo, se logra apreciar el mismo camarín donde está colocada la Patrona de
Cota Rica, acompañada de la imagen de San Miguel Arcángel arriba y un ángel a
cada lado, junto a un pequeño crucifijo, que según conocedores es una pieza de
arte de las más valiosas en el país, este trono fue construido alrededor de
1777 y en 1944, el II arzobispo de San José, Monseñor Víctor Sanabria, lo
declaró Altar Perpetuamente Privilegiado. En la sexta columna derecha se
encuentra un púlpito, las columnas y las paredes no tenían el estilo de pintura
que tienen ahora, se ven uniformemente de un color claro, probablemente de
color blanco o crema y en la pared que se encuentra detrás del camarín, en el
sitio donde actualmente está el escudo nacional, se encontraba un rosetón. Se puede
notar un confesionario a la par de la puerta de la que en la actualidad es la Capilla
del Santísimo y la estructura de madera del techo es la misma, sólo que sin la
remodelación que se le hizo posteriormente.
La construcción sufrió durante
varias décadas algunos desajustes como filtraciones de agua, reventaduras, que
amenazaban su conservación hasta el punto que se llegó a pensar en demolerla,
esta idea se descartó por mediación de Monseñor Carlos Humberto Rodríguez, por
esto en 1976 "lo que se hizo en ese momento
fue construirle una nueva pared externa con materiales más estables, que
le relevaran a las paredes existentes su función de descarga estructural y lo
conservaran, sustituyendo antes los elementos dañados y reforzando su sistema
de apoyo, dejamos entonces las paredes internas originales, o sea, inalteradas
para efectos plásticos y espaciales".
Cuando se estudió el estado de
la Basílica, se determinó que todas las cubiertas y láminas del techo estaban
en pésimo estado, las cerchas estaban muy bien, ya que eran de cedro y eran muy
pocas las que tenían que cambiar. De las ventanas del techo se repusieron unas
y se cambiaron otras en su totalidad, las paredes de las cúpulas hechas de
hierro galvanizado estaban en condición deplorable y la azotea tenía
significativas reventaduras.
Con la restauración, el techo
descansa actualmente sobre las paredes exteriores, hechas a una distancia cercana
a un metro de las paredes originales, se sustituyeron las cubiertas y la parte
externa de las cúpulas fue sustituida por cemento fino amoldado, se construyó
una acera que rodea el templo y se acondicionó las zonas verdes y se instalaron
unos maceteros.
En las fotografías se logra
apreciar el entorno de la Basílica, bastante diferente a como es ahora, pues
incluso tenía una calle a pocos metros de la fachada, contenía jardines, zonas
verdes, una fuente, entre otros elementos que fueron cambiando con el paso de
los años, específicamente al inicio de los años noventa, donde con el propósito
de ayudar a los peregrinos que diariamente visitan el Santuario, se acomodaron
las áreas verdes y las zonas de paso. En 1994 se sustituyó el antiguo parque
por la plaza que hoy se conoce, esto para darle mayor comodidad a los miles de
romeros que llegan cada 1 y 2 de agosto a este lugar y se construyó la tarima
fija para eventos especiales. Entre esos eventos se destacan conciertos,
catequesis y Santas Eucaristías en el templete durante la novena a la Virgen de
Los Ángeles a finales de julio cada año.
Al finalizar la publicación,
los encargados de las redes del Santuario Nacional solicitaron a las personas
que cuenten con alguna fotografía antigua del sitio que la compartan con ellos.