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Papa

"Una celebración que no evangeliza no es auténtica"

Papa Francisco se reúne con responsables de liturgia

·         Santo Padre pidió una liturgia con atención pastoral de los fieles

 

David Mora, periodista.


Este viernes 20 de enero, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los participantes del curso "Vivir en plenitud la acción litúrgica" del Pontificio Instituto San Anselmo para responsables diocesanos de celebraciones litúrgicas, donde animó a considerar los avances y puntos que se deben corregir, porque "una celebración que no evangeliza no es auténtica".

El pontífice les recordó a los asistentes que la liturgia requiere de un gran cuidado de las celebraciones, que este exige preparación y compromiso, además de un profundo conocimiento y sentido pastoral, esto porque la liturgia "es el arte primario de la Iglesia, el que la constituye y caracteriza".

El Santo Padre comentó que en los libros litúrgicos no se menciona actualmente al "maestro de ceremonias", sino que se refieren a esta figura como el ?maestro de celebraciones?, por lo que subrayó que un maestro "enseña" la liturgia cuando "guía al encuentro con el misterio pascual de Cristo". El Papa tomó como primera guía para preparar la liturgia uno de los principios cardinales del Concilio Vaticano II: "Tener siempre ante los ojos el bien de las comunidades, la atención pastoral de los fieles, para llevar el pueblo a Cristo y a Cristo el pueblo".

En el documento Desiderio Desideravi, en el numeral 37, el Santo Padre resaltó la importancia de la atención pastoral, por lo que "si descuidamos esto, tendremos bellos rituales, pero sin fuerza, sin sabor, sin sentido porque no tocan el corazón y la existencia del pueblo de Dios...Es Cristo quien hace vibrar en el corazón, es el encuentro con Él, lo que atrae el espíritu".

Francisco recordó que otro de los objetivos del Concilio fue "recuperar la capacidad de vivir plenamente la acción litúrgica y seguir asombrándose de lo que sucede en la celebración ante nuestros ojos", el cual se logra cuando es el maestro de celebraciones quien "crece primero en la escuela de la liturgia y participa en la misión pastoral de formar al clero y a los fieles". Es por esto que el obispo de Roma considera fundamental que los clérigos se formen en liturgia "celebrando como se realiza la aplicación práctica".

"El decoro, la sencillez y el orden se consiguen cuando todos, poco a poco, a lo largo de los años, asistiendo al rito, celebrándolo, viviéndolo, comprenden lo que tienen que hacer. Por supuesto, como en una gran orquesta, cada uno debe conocer su parte, los movimientos, los gestos, los textos que pronuncia o canta; así la liturgia puede ser una sinfonía aprendida de la lex orandi de la Iglesia", indicó el Santo Padre.

El Papa también instó a los participantes a que ayuden s sus superiores a celebrar la misa de la mejor manera posible, con el fin de que los futuros presbíteros, junto con toda la formación de teología litúrgica, aprendan a realizar las celebraciones bien, los puntos clave que señaló son el cuido de la proclamación, los gestos y los signos. También pidió ayudar a los responsables de los ministerios a preparar la liturgia de las parroquias con pequeñas escuelas de formación litúrgica, que tengan contenido de fraternidad, catequesis, mistagogía y praxis celebrativa.

También insistió en "valorar el estilo celebrativo" en las parroquias de proponer una liturgia que pueda ser imitada para que la comunidad pueda crecer en la vida litúrgica. "No tiene sentido hacer un bonito "desfile" cuando está el obispo y luego todo vuelve a ser como antes...Su tarea no es organizar el rito de un día, sino proponer una liturgia que pueda ser imitada", manifestó el Papa, quien continuó diciendo que visitar las parroquias y no decir nada ante liturgias que están desprolijas, descuidadas, mal preparadas, es no ayudar ni acompañar a las comunidades; sin embargo, "con delicadeza, con espíritu de fraternidad, es bueno ayudar a los pastores a reflexionar sobre la liturgia, a prepararla con los fieles".

La última recomendación del Santo Padre fue cuidar el silencio, de manera especial antes de las celebraciones, ya que "a menudo, las sacristías son ruidosas antes y después de las celebraciones, pero el silencio abre y prepara al misterio, permite la asimilación, deja resonar el eco de la Palabra escuchada". "La fraternidad es hermosa, saludarse, pero es el encuentro con Jesús lo que da sentido a nuestro encontrarnos, a nuestro reunirnos. ¡Debemos redescubrir y valorar el silencio!".

Al finalizar, Francisco les agradeció a los participantes su trabajo al servicio de la reforma de los Padres conciliares, y los exhortó a vivir la liturgia y dejarse moldear por ella.


 

Fuente: Vatican News.