Benedicto XVI será sepultado en las próximas horas
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No es la primera vez que un papa está en
el entierro de su predecesor
David Mora, periodista
Con el fallecimiento de Benedicto
XVI ocurre un evento que no pocas veces sucede cuando muere un obispo de Roma,
ya que normalmente sus exequias son presididas por el decano del colegio
cardenalicio, pero en este caso al estar su sucesor, el Papa Francisco, en
funciones como la cabeza de la Iglesia Católica, será él quien presida la
celebración. Esto se ha presentado en los últimos días, comprensiblemente, como
un hecho inédito y sin precedentes, pero si se revisa la historia, ya ocurrió
algo similar.
Es cierto que la renuncia de
Benedicto XVI es un hecho histórico en los tiempos modernos, ya que nadie había
renunciado por los mismos motivos; edad avanzada, falta de fuerza física y
mental para sostener las responsabilidades y la carga de compromisos que lleva
en sí el pontificado, pero que un papa entierre a su predecesor no es nuevo,
incluso es un hecho bastante reciente.
Esto ya sucedió en febrero de
1802, cuando se celebró el funeral del Papa Pío VI, presidido por su sucesor,
el Papa Pío VII, aunque no fue, como en este caso, por una renuncia al
pontificado, sino por un exilio. Giannangelo Braschi, quien nació en Cesena en
1717 y murió en Valence en 1799, fue elegido papa en 1775, tuvo un pontificado
largo hasta su fallecimiento en Francia, siendo prisionero de Napoleón
Bonaparte, su funeral se realizó allí mismo.
Mientras tanto, en Venecia se
celebraban los "novendiali", que son las misas de novenario ofrecidas en
sufragio del pontífice fallecido antes de iniciar el cónclave. En esa ciudad se
eligió como papa a Pío VII el 14 de marzo de 1800, y este quiso que los restos
mortales de su predecesor volvieran a Roma, por lo que fueron exhumados en
diciembre de 1801 y viajaron de Valence a Marsella y de allí, en barco, a
Génova. Cuando llegó a Italia, el cuerpo fue llevado en un peregrinaje
triunfal, con exequias solemnes en cada parada.
El 17 de febrero de 1802 entró
triunfalmente a Roma, donde los cardenales lo recibieron en el Puente Milvio y posteriormente
se celebró la ceremonia fúnebre en la Basílica de San Pedro con el Papa Pío VII
presente. Posteriormente, el corazón y el "precordium" (antiguo nombre de los órganos
y formaciones anatómicas de la cavidad torácica que rodean el corazón, los
cuales son considerados como la sede de los afectos, los sentimientos y la
sencibilidad) fueron llevados nuevamente a Valence en 1802, por una petición
explícita del gobierno de París, y en 1811 el corazón fue llevado de regreso a
Roma.
La misa exequial de Benedicto
XVI será este jueves 5 de enero a las 9:30 de la mañana, hora de Roma, (2:30 de
la mañana, hora de Costa Rica) en la Plaza de San Pedro. Francisco será quien
presida la celebración.
Fuente: Vatican News.