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10 prácticas de fin de año

Para fortalecer la espiritualidad

Hay muchas maneras de afianzar tu fe y hacer crecer tu camino de santidad. Desde luego que la oración, la liturgia, la práctica de los sacramentos y el ejercicio cotidiano de la caridad, son indispensables.

Queremos agregarle algunos puntos importantes, que te ayuden a crecer en tu vida espiritual y tal vez no los habías contemplado.

Puntos importantes:

 1. Vivir con devoción, teniendo una vida dedicada a dar testimonio del amor que se le tiene a Dios, viviendo en la caridad.


 2. Que se note esa caridad al ser amable con todos, sin excepción y en todo momento, incluyéndose a as sí los lo mismo.


 3. Realmente comprender y perdonarlo que las personas te hacen y te puede incomodar u ofender.


 4. Ser respetuoso con todas las manifestaciones de la vida y tratar de no destruirlas ni dañarlas.


 5. Intentar ver en todo lo creado su belleza y disfrutarla.


 6. Cuidar de no andar presumiendo tu religiosidad y subrayando tu moralidad. Lo genuino no requiere tratar de evidenciarlo con cierta petulancia.


 7. La ignorancia es fuente de muchos de los errores que cometemos. Por ello tratar de cultivar nuestro conocimiento de la doctrina y el Magisterio de la Iglesia es una disciplina muy importante .


 8. Hacer todo con una verdadera humildad, dejando nuestra vida en manos de Dios y asumir nuestra responsabilidad de una manera más consciente, confiando plenamente en su bendita voluntad.


 9. Dejar de buscar ganancia y conveniencias egoístas por el bien que haces y practicar más lo que haces por los demás, en silencio y sin expectativas. Lo que hace tu mano derecha, que no lo sepa la izquierda.


10. Tener muy claro que la sencillez y  la simpleza obran maravillas en tu camino espiritual, para ni complicar ni hacer cosas rebuscadas y complejas.


Estas consideraciones parten de la necesidad de vivir practicando más la fe, como un auténtico testimonio, más que alardear de ella.

Muchas veces llegamos a creer que con hacer lo mínimo ya estamos cumpliendo. Y dejamos de hacer nuestra tarea cotidiana, que consiste en ir perfeccionando la ruta espiritual que hemos elegido, y además hemos ofrecido al Señor.

El fin de año es un buen momento para hacer un balance de cómo va nuestro trabajo espiritual, qué podemos mejorar para iniciar el próximo año con el empeño para incrementar el testimonio de nuestra fe.



Fuente: aleteia.org