Papa Francisco tuvo un encuentro con representantes del Congreso judío mundial
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Santo Padre exhortó a los creyentes a
trabajar juntos por la fraternidad
David Mora, periodista
Este martes el Papa Francisco se
encontró con un grupo de representantes del Congreso judío mundial, donde
recordó que la guerra "es siempre, en cualquier caso y en todas partes, una
derrota para toda la humanidad", por lo que instó a los cristianos y a los
judíos a colaborar con la paz en todo aquello que tienen en común.
Alrededor de doscientos
delegados judíos, que representaron a las comunidades judías de más de cien
países, presenciaron cuando el Santo Padre resaltó que los "tesoros
espirituales inestimables", la profesión de "la fe en el Creador del cielo y la
tierra" y el creer que "el Omnipotente no ha permanecido alejado de su
creación, sino que se ha revelado", son puntos en común de la religión judía y católica.
El pontífice quiso rescatar el
cuidado de la casa común, por lo que recordó que se debe colaborar con las iniciativas
comunes y concretas para mejorar al mundo, pero que nada de eso se puede lograr
sin oración y la apertura a Dios, que ama la vida y bendice a los constructores
de la paz. "Pienso en Ucrania, una (guerra) grande, una guerra sacrílega que
amenaza a judíos y cristianos por igual, privándolos de sus afectos, de sus
hogares, de sus posesiones, ¡de sus propias vidas! Sólo con la seria voluntad
de acercarse unos a otros y en el diálogo fraterno es posible preparar el
terreno para la paz. Como judíos y cristianos, hagamos todo lo humanamente posible
para detener la guerra y abrir caminos hacia la paz", manifestó el Papa.
Francisco también quiso hacer referencia
a algunas partes de la Escritura para reconocer como los judíos y católicos se
convierten cuando entran en una relación con Dios en "colaboradores de su
voluntad providencial", manifestó que ambos tienen una visión muy parecida del
final, que ambos van hacia Dios y que las dos religiones creen que habrá un
reino eterno de paz, tal como él lo prometió, donde no habrá nada que amenace
la vida y la convivencia humana.
Entre las referencias que hizo
el Papa está la promesa de Dios donde habla de un futuro de salvación, de un
cielo nuevo y una tierra nueva, la eliminación eterna de la muerte, donde no
existirá ni el luto, ni el dolor ni el llanto, donde se tendrá una morada
estable y de que las lágrimas serán enjugadas. Todas estas referencias
Francisco las tomó del libro Isaías y el Apocalipsis.
Para los católicos y los judíos, la exhortación a trabajar juntos en el presente es un desafío que busca lograr un mundo más fraterno, donde se lucha por las desigualdades y se promueva más justicia, para que la paz sea una realidad tangible y no se vea como un objetivo imposible de alcanzar. El Papa Francisco citó a su antecesor, San Juan XXIII, al finalizar su discurso: "Si, el camino hacia la convivencia pacífica comienza con la justicia, que, junto con la verdad, el amor y la libertad, es una de las condiciones fundamentales para una paz duradera en el mundo (Juan XXIII, Carta encíclica Pacem in Terris, 18.20.25). ¡Cuántos seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, están desfigurados en su dignidad a causa de una injusticia que desgarra el planeta y es la causa subyacente de tantos conflictos, el pantano en el que se estancan las guerras y las violencias!...Aquél que creó todo según el orden y la armonía, nos invita a reclamar este pantano de injusticia que aflige la convivencia fraterna en el mundo, al igual que la devastación ambiental compromete la salud de la tierra. Que el Señor los acompañe en el camino y nos guíe juntos por el camino de la paz. Shalom".
El Congreso judío mundial
nació en 1936, en medio de la invasión de la Alemania nazi, donde eran perseguidos
y privados de sus derechos, actualmente su misión es promover la unidad y
representar los intereses del pueblo judío y asegurar la continuidad y el
desarrollo de su patrimonio religioso, espiritual, cultural y social.
Fuente: Vatican News