Cuentan con un nuevo hogar
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Obispo de Cartago les cedió edificio para
su nuevo convento
David Mora, periodista
Las hermanas Misioneras de la
Caridad, obra fundada por Santa Teresa de Calcuta, que fueron expulsadas de
Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a inicios de julio
y habían migrado a Costa Rica, ya cuentan con un nuevo hogar en Cartago.
El obispo de esta Diócesis,
Monseñor Mario Quirós, les cedió y bendijo el edificio que antes funcionaba
como el Centro de Promoción Vocacional en la Parroquia de Santa Lucía, en Paraíso
de Cartago, es una casa ubicada junto al templo filial Santísima Trinidad;
ahora será el nuevo convento de la rama contemplativa de las misioneras de la
Caridad, este acto se realizó oficialmente el pasado 22 de octubre antes de
celebrar una misa en la memoria litúrgica del papa San Juan Pablo II, esto con
el fin de que continúen con las labores que realizaban el país vecino, donde
tenían programas de atención médica y le brindaban medicinas a personas adultas
mayores, un comedor infantil, donde alimentaban a más de 100 niños trabajadores
de la calle, así como programas de asistencia a niños que estudian en zonas lejanas
a sus comunidades y les brindaban ayuda con sus pasajes y alimentación.
La madre superiora regional de
la rama contemplativa de la orden, Madre Gabriela Paz y Puente y la superiora
regional de la rama activa, Madre Agnecita, fueron las encargadas de acompañar
a las demás religiosas bajo su cuidado, en la entrega del lugar donde residirán
ahora y en la Eucaristía se hizo presente gran parte de la comunidad paraiseña.
Monseñor Quirós comentó que
este es un momento de bendición para la Diócesis, les agradeció a las religiosas
por su carisma de adoración, oración y vida contemplativa. Al tener las
Misioneras de la Caridad este nuevo convento, donde vivirán de 5 a 6 monjas,
por el momento, ahora el país cuenta con su presencia en cuatro Diócesis: La Arquidiócesis
de San José con su sede en Vázquez de Coronado, la Diócesis de Limón con su
sede en el Centro y Zona Indígena, la Diócesis de Tilarán-Liberia con sede en
Cañas y ahora la Diócesis de Cartago en el cantón de Paraíso.
Las religiosas fueron víctimas
de deportación por parte de la Dirección de Migración y Extranjería de Nicaragua,
esto porque la Asamblea Nacional les canceló el organismo con el que operaban
las monjas en el país, por lo que les quitaron la propiedad en Granada, donde
tuvieron su sede por más de 20 años.