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Arzobispo

Sinodalidad, camino de la Iglesia

(VIDEO) Mons. José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano

 

Es posible que usted haya escuchado, en los últimos meses, el término "sinodalidad", sobre todo, si participa, de forma activa, en la vida pastoral de la Iglesia. Pues bien, esa sinodalidad no define una nueva estrategia de evangelización, tampoco responde a una moda, a un eslogan o el nuevo concepto a utilizar en nuestras reuniones. 

Al contrario, la sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo y su misión. La Iglesia avanza, camina junta, es sinodal y siempre es el Espíritu el gran protagonista de la Iglesia. Todos, guiados por él, caminamos juntos "laicos, pastores, obispo de Roma" es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica[1] entre pastores, vida religiosa y laicos; entre Movimientos y Asociaciones, y en relación a la diócesis y las parroquias.

Ciertamente, hay mucha resistencia a superar la imagen de una Iglesia como estructura fría, rígidamente dividida entre dirigentes y subalternos, entre los que enseñan y los que tienen que aprender, olvidando que a Dios le gusta cambiar posiciones: «Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes». [2] A decir verdad, la centralización típica del poder eclesial y de la verticalidad con la hay quienes manejan las cosas, puede dar la impresión de que ella como estructura se basta a sí misma. Pero lo determinante en la Iglesia no es necesariamente su aspecto institucional o su visión jurídica, sino que su fuerza y su vigencia le vienen por la acción del Espíritu Santo que sostiene  la unidad al pueblo de Dios, a la vez que sigue suscitando hermosos carismas que la revitalizan.

Al proponérsenos la Sinodalidad como lo propio de la Iglesia, hemos de ser los pastores los primeros en abrirnos a la gracia de Dios, para tener nuestros corazones dispuestos a la escucha atenta de todos los bautizados, sobre todas las cuestiones que tienen que ver con la evangelización, en un camino que se recorre en comunión y participación para la misión que todos cumplimos en la Iglesia por llamado del Señor. 

En efecto, el Papa Francisco nos está marcando el sendero de una Iglesia sinodal, que ante todo es una Iglesia de escucha; donde todos, pastores y fieles, podemos escucharnos y aprender unos de otros y hacer discernimiento para ir juntos a la misión con los mismos sentimientos de Cristo, iluminados por el Espíritu Santo, a comunicar la Buena Nueva de la salvación: "necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar, que es más que oír. La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores. Sólo a partir de esta escucha respetuosa y compasiva se pueden encontrar los caminos de un genuino crecimiento, despertar el deseo del ideal cristiano, las ansias de responder plenamente al amor de Dios y el anhelo de desarrollar lo mejor que Dios ha sembrado en la propia vida" [3]

Seguiremos transitando por esta experiencia  la sinodalidad, ya que nos disponemos como Iglesia Universal, a celebrar el próximo año el Sínodo de los Obispos con el tema: "Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión". Además, hemos venido realizado, tanto a nivel diocesano como parroquial, toda una inducción sobre esta realidad que atañe a todos los bautizados.

Pido al Señor que en nuestro discernimiento escuchemos la voz del Espíritu Santo y que él suscite en nuestra Arquidiócesis una espiritualidad de sinodalidad, de caminar juntos con perseverancia, paciencia y comprensión mutua, para que podamos estar atentos a la experiencia de las comunidades. Que por la fuerza del mismo espíritu tengamos la capacidad de romper todas las murallas y resistencias, para caminar juntos, pastores y ovejas desde la humanidad y docilidad.



[1] Papa Francisco, 50 Aniversario del Sínodo de los obispos, 17.X.2015

[2] (Cf. Lucas 1,52)

[3] Evangelii Gaudim, n.171