Se celebró en la Basílica de San Pedro

·      Papa Francisco pidió redescubrir el Concilio para dar la primicia a Dios

David Mora, periodista

Este martes se cumplieron 60 años de que el papa San Juan XXIII inaugurara el Concilio Ecuménico Vaticano II el 11 de octubre de 1962, por ello el Papa Francisco celebró una misa solemne en la Basílica de San Pedro en Roma, en la memoria litúrgica de "El Papa Bueno" para conmemorar esta fecha.

El Santo Padre manifestó que la Iglesia debe tener su mirada en el cielo, y que debe verse a sí misma como Dios la ve; enamorado. "Siempre existe la tentación de partir más bien del yo que de Dios de anteponer nuestras agendas al Evangelio, de dejarnos transportar por el viento de la mundanidad para seguir las modas del tiempo o de rechazar el tiempo que nos da la Providencia para volver atrás", indicó.

Francisco dijo que es importante que "redescubramos el Concilio para volver a dar la primicia a Dios, a lo esencial, a una Iglesia que esté loca de amor por su Señor y por todos los hombres que Él ama, a una Iglesia que sea rica de Jesús y pobre de medios, a una Iglesia que sea libre y liberadora", por ello instó a no tomar partidos en diferentes agendas en la Iglesia, sino a que todos se entiendan como hermanos, hijos humildes y agradecidos de la Santa Madre Iglesia.

El Papa recordó a su antecesor San Juan XXIII como aquél que quiso que la Iglesia viviera en alegría, por que si no es alegre caería en contradicción, pues es el amor quien la creó. "El Papa Juan, en sus últimos días escribía: "Esta vida mía que llega a su fin no podría terminar mejor que concentrándome totalmente en Jesús, Hijo de María" grande y continuada intimidad con Jesús, contemplando en imagen: Niño, crucificado, adorado en el Sacramento" ¡Esta es nuestra mirada alta, nuestra fuente siempre viva!".

El pontífice terminó su homilía recordando que el Concilio fue la pregunta de Cristo a la Iglesia de sobre si lo amaba, como le fue cuestionado a San Pedro, agradeció a Dios por el mismo y le pidió que la Iglesia se vea librada de las polarizaciones. "Te damos gracias, Señor, por el don del Concilio. Tú que nos amas, líbranos de la presunción de la autosuficiencia y del espíritu de la crítica mundana. Tú, que nos apacientas con ternura, condúcenos fuera de los recintos de la autoreferencialidad. Tú, que nos quieres una grey unida, líbranos de engaño diabólico de las polarizaciones, y nosotros, tu Iglesia, con Pedro y como Pedro te decimos: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amamos", concluyó el Santo Padre.

En la misa estuvieron presentes los restos mortales de San Juan XXIII.

Fuente: Vatican News