Santa Eucaristía celebrada en convento de las misioneras

En una Santa Eucaristía, celebrada en la Casa Provincial de las Hermanas de la Caridad, en Coronado, el arzobispo metropolitano, Mons. José Rafael Quirós, le dio la bienvenida a las 18 hermanas expulsadas de Nicaragua. 

Las religiosas llegaron este miércoles a La Cruz, Guanacaste; allí realizaron sus trámites en la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica y luego se trasladaron a San José. Tenían  40 años de servicio en Nicaragua. 

"Santa Teresa está intercediendo por las hermanitas, desde el Reino de los Cielos. El Señor está recibiendo nuestras plegarias recibiendo a estas hermanas. Me uno de manera especial  a los obispos de Nicaragua, a la Iglesia y al pueblo que peregrina en esta querida nación", dijo el arzobispo.

Mons. Quirós agregó: "sembraron la semilla de la caridad, el amor a Dios, el testimonio de vida, la contemplación. Esas semillas de amor, de santidad y de cercanía no podrán ser nunca  expulsadas porque están en el corazón de todos aquellos que las recibieron. No podrán ser opacadas ni asfixiadas, porque son la fuerza del Espíritu Santo que es el que actúa".

"Hubo temor, pero vivido desde la alegría de la fe, desde la confianza plena puesta en el Señor que guiaba sus vidas y la misión de la Iglesia en un carisma tan especial".

Las misioneras fueron expulsadas por el régimen nicaragüense comandado por Daniel Ortega y justificó su decisión alegando que incumplieron la Ley Contra el Lavado de Activos, el Financiamiento al Terrorismo y el Financiamiento a la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva.

Además, Ortega dijo que no están acreditadas por el Ministerio de Familias para funcionar como guardería, centro de desarrollo infantil, hogar de niñas ni asilo de ancianos, por lo cuál obligó a 101 organizaciones sin ánimo de lucro a cerrar urgentemente en el país nicaragüense.