La pregunta arriba escrita propuesta por el Papa Francisco a los fieles, es parte de una serie de preguntas que presentó a partir de la relación del Maestro con los discípulos: Jesús mantenía con ellos un estilo abierto, franco, directo y humanamente real. El Verbo de Dios hecho hombre, dijo el Santo Padre, se comporta como hombre, nos habla como hombre, como Dios-hombre. Y lo hace con ternura, con amistad y cercanía:
Jesús no es como esa imagen ?azucarada? de las estampitas, no: Jesús está a la mano, está cerca nuestro.
A pie, corriendo, lentamente, en silla de ruedas, ¡siempre seguir de Jesús!
Así como en la vida, también en la muerte debemos dar testimonio de discípulos de Jesús. Recordando estas palabras de San Ignacio de Loyola, el Papa afirmó que el final de la vida debe ser un final de vida de discípulos. Lo dijo pensando el momento en que Jesús advierte a Pedro sobre la autosuficiencia en la juventud y la dependencia en la vejez (Jn 21, 18). El seguimiento de Jesús debe aprender, tal como enseña el Evangelio, a dejarse instruir y plasmar? por la fragilidad, la impotencia, la dependencia de los demás incluso en el vestirse, en el caminar, añadió el Papa, recordando también lo que pide Jesús: Tú sígueme.
La vida es así: con la vejez te vienen todas estas enfermedades y debemos aceptarlas como vienen ¿no? ¡No tenemos la fuerza de los jóvenes! Y tu testimonio también irá acompañado de esta debilidad. [?] El seguimiento de Jesús va siempre adelante, con buena salud, con no buena salud, autosuficiente, no autosuficiente físicamente, pero el seguimiento de Jesús es importante: siempre seguir a Jesús, a pie, corriendo, lentamente, en silla de ruedas, pero siempre seguirlo.
Señor, tú sabes que te quiero
El coloquio entre Jesús y Pedro contiene una enseñanza valiosa para todos los discípulos, para todos nosotros los creyentes, y también para todos los ancianos, destacó el Santo Padre, porque con la enfermedad y la vejez, ya no somos tan autosuficientes: crece la dependencia, pero ahí también madura la fe, ahí también está Jesús con nosotros, ahí también brota esa riqueza de la fe bien vivida en el camino de la vida. Es hermoso, para el Papa, seguir a Jesús llenos de vida, como esos ancianos con los ojos brillantes que te hablan más que las palabras, y que son el testimonio de una vida.
Esto es hermoso, debemos mantenerlo hasta el final.
Presta atención a tu vida
Otra enseñanza de este diálogo franco y sincero entre Jesús y Pedro es la que sigue a la curiosidad que le viene a Pedro, que pregunta haciendo referencia a Juan: «Señor, ¿y qué será de este?». La respuesta de Jesús, dijo el Papa, es franca e incluso áspera: «¿Qué te importa? Tú sígueme».
Tú, - amplió Francisco para explicar ? presta atención a tu vida, a tu situación actual y no metas la nariz en la vida de los demás. Tú sígueme, dice Jesús. Es eso lo importante: seguir a Jesús en la vida y en la muerte, en la salud y en la enfermedad, en la vida cuando es próspera con tantos éxitos y en la vida también difícil, con tantos malos momentos de caídas. «¿Qué te importa? Tú sígueme».
Cuando queremos meternos en la vida de los demás, Jesús nos responde: ¿Qué te importa? Tú sígueme. Hermoso. Los ancianos no deberíamos tener envidia de los jóvenes que toman su camino, que ocupan nuestro lugar, que duran más que nosotros.
Fuente: vaticannews.va