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Papa

La práctica de la fe no es cosa de viejos

(VIDEO) Audiencia General del Papa Francisco

En su audiencia general de esta mañana celebrada en la Plaza de San Pedro ante la presencia de numerosos fieles y peregrinos procedentes de diversos países el Santo Padre impartió su octava catequesis sobre la vejez titulada en esta ocasión: Eleazar, la coherencia de la fe, el legado del honor.

En efecto, como introducción se procedió a la lectura de algunos parágrafos del Segundo Libro de los Macabeos que narra la vicisitud del anciano Eleazar uno de los principales maestros de la Ley  cuya vida fue irreprochable desde su niñez quien se negó a comer carne de cerdo por respeto a las santas leyes establecidas por Dios, con la intención de que los jóvenes vieran que no iba a aceptar las costumbres paganas por miedo a perder lo poco de vida que le quedaba, sin deshonrarse en su vejez.

El Papa Francisco comenzó diciendo:

En el camino de catequesis sobre la vejez, hoy encontramos un personaje bíblico de nombre Eleazar, un anciano que vivió en los tiempos de la persecución de Antíoco Epífanes. Su figura nos entrega un testimonio de la relación especial que existe entre la fidelidad de la vejez y el honor de la fe.

Antes de referirse a la respuesta tranquila y firme de Eleazar que se basa en un argumento que llama la atención, el Pontífice aludió a la simulación y a la hipocresía religiosa y clerical existente aún hoy.

A los queridos hermanos y hermanas presentes, hablando en nuestro idioma el Papa, recordando la figura de Eleazar, afirmó que la Biblia nos dice ?que a este noble anciano se le propuso ganar unos días más de vida si traicionaba los preceptos de Dios, pero él rechazó esa posibilidad con firmeza y valentía?.

Eleazar decidió morir antes que renegar de la fe que profesaba, dando así ejemplo de fidelidad y de coherencia a las futuras generaciones. Su testimonio nos deja una gran herencia: ser coherentes con la propia fe, es decir, obrar siempre de acuerdo a lo que creemos, hasta el final de nuestros días.

No a la tentación de separar la fe y la vida 

Francisco dijo que la tentación de separar la fe y la vida  también podemos encontrarla hoy, de diferentes maneras. Por ejemplo ? añadió ? vemos que la práctica de la fe muchas veces se presenta de forma negativa, se ridiculiza o se margina, o bien se considera una cosa de viejos, algo inútil e incluso nocivo para la propia existencia.

Estamos llamados a testimoniar que la fe no es algo reservado a una etapa de la vida, sino una bendición para todos, un don que siempre merece ser respetado y ser honrado.

Devolver a la fe su honor

Ciertamente dijo Francisco hablando en italiano sabemos que la práctica de la fe se puede convertir en una exterioridad sin alma. Pero en sí misma no lo es en absoluto. Quizá nos corresponde precisamente a nosotros, los ancianos, devolver a la fe su honor. Hacerla coherente.

Y añadió

La práctica de la fe no es el símbolo de nuestra debilidad, sino más bien el signo de su fuerza. Ya no somos niños o muchachos. ¡No bromeamos cuando nos pusimos en el camino del Señor.

Saludos del Papa

Al saludar cordialmente a los peregrinos de lengua española, y antes de bendecirlos el Santo Padre les recomendó:

Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a ser testigos fieles y valientes de Cristo, y sobre todo a ser coherentes cuando las dificultades ponen a prueba nuestra fe.

A saludar a los queridos fieles de lengua portuguesa el Papa dio su bienvenida de modo especial, a los alumnos y profesores del Colegio Horizonte de Oporto. Y a todos les recordó que acabamos de empezar el mes de mayo, que tradicionalmente llama al pueblo cristiano a multiplicar sus gestos cotidianos de veneración a la Virgen María. El secreto de su paz y su valor era esta certeza: nada es imposible para Dios.

Tenemos que aprender esto con la Madre de Dios; mostremos nuestra gratitud rezando el rosario cada día.

A los peregrinos de lengua inglesa presentes en la Audiencia de hoy, Francisco se dirigió especialmente a los procedentes de Inglaterra, Noruega, Canadá y Estados Unidos de América.

Extiendo un saludo especial a los diversos grupos ecuménicos e interreligiosos. En la alegría de Cristo resucitado, invoco sobre cada uno de ustedes, y sobre sus familias, el amor misericordioso de Dios nuestro Padre.

El Obispo de Roma también saludó cordialmente a los peregrinos de lengua francesa, especialmente a los representantes de la Asociación Vía Romana, a la Comunidad del Arca y a los jóvenes venidos de Francia.

Hermanos y hermanas, con nuestras oraciones y nuestra cercanía podemos ser consuelo y apoyo para los ancianos, sobre todo en los momentos en que el peso de la edad y el sufrimiento los exponen al abandono de la fe.

A los queridos hermanos y hermanas de lengua alemana, el Papa también les recordó que el mes de mayo está dedicado a la Madre de Dios, que es nuestra Madre. De ahí su invitación a invocar su intercesión por sus intenciones personales, por las intenciones de la Iglesia y por la paz en el mundo.

Al saludar cordialmente a los polacos, el Pontífice recordó que ayer celebraron la solemnidad de la Santísima Virgen María, Reina de Polonia.

En Jasna Góra recordaron al beato cardenal Wyszyski, que les enseñó a confiar en María en los momentos más difíciles de su historia. Siguiendo su ejemplo, encomienden a la Virgen el destino de su patria y la paz en Europa.

En su saludo a los fieles de lengua árabe Francisco les recordó que la fe nos ha cambiado la vida, nos ha purificado la mente, nos ha enseñado a adorar a Dios y a amar al prójimo. Es una bendición para todos y merece respeto y honor.

Por último, al saludar su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana, el Obispo de Roma saludó de modo especial a la Asociación SIMBA de Taranto y al Coro Voces y manos blancas de Carpi.

Y tras dirigir su pensamiento, como es costumbre, a los ancianos, enfermos, jóvenes y recién casados el Papa Francisco dijo:

Al comienzo de este mes mariano, invito a todos a venerar a la Madre de Jesús con confianza filial: mírenla como maestra de oración y de vida espiritual.

Antes de impartir su bendición a todos y del canto del Padrenuestro en latín, el Papa se disculpó por no poder pasar entre las filas de los presentes a causa del dolor en su rodilla, del que, dijo es circunstancial.


Fuente: vaticannews.va