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He luchado contra Ti

"Contra todo lo que siento pero has vencido Tú", Seminarista Dennis Jesús Campos Meneses

Soy de la parroquia San Nicolás de Tolentino en Taras, diócesis de Cartago Santiago Apóstol. Nací el 12 de marzo de 1985, casualmente me bautizaron 12 días después, el 14 de marzo.

Mis abuelitas siempre fueron muy católicas, siempre nos inculcaron el amor a Dios con su ejemplo de amor a Dios y a los sacramentos. Debido a esto desde niño siempre me vi envuelto en este ambiente católico.

Recuerdo que desde niño siempre participaba vestido como ángel en los Corpus Christi y ayudaba a realizar las alfombras para el paso del Santísimo Sacramento. Recuerdo que cada vez que visitaba  a mi abuelita sacaba un tiempo para ver la Biblia, también veía las imágenes y hasta tomaba un crucifijo en mis manos, ya que mi abuelita tenía muchos. Siempre participaba del rezo del santo Rosario y del Trisagio donde mi abuela, así como de las visitas de la peregrinación de la imagen de Jesús Nazareno a su casa. Todo esto para poner ejemplos de este ambiente que comenté que me desarrollaba en mi niñez y parte de la adolescencia.

Pero ante todo, mi niñez transcurrió normal sin ningún acontecimiento que pueda decir que el Señor me llamaba a algo más. 

Entré a la universidad a sacar mi carrera de forma habitual y en esos años de universidad fue cuando se dio mi llamado. En una noche muy especial, la más santa de todas, en la Vigilia Pascual se dio mi llamado. Como dije, era una noche muy especial ya que además de celebrar la Resurrección del Señor, bautizábamos a mi hermanita, una hermanita que siempre le pedí al Señor y al final me la prestó. En esa noche celebrando la eucaristía, sentía como un fuego por dentro, un sentimiento que no sé cómo explicar pero que hasta me hacía llorar durante la misa. Al finalizar la eucaristía, el sacerdote al pasar frente a mí, se me acerca y me dice la siguiente frase: "Yo creo que el Señor quiere algo de ti". Desde ese momento mi vida cambió por completo. Sentí temor ya que lo que sentí ante esta invitación fue que debía entregarme a Dios en el sacerdocio.

Busqué al promotor ese mismo año, realicé los procesos para entrar al seminario pero debido al temor, incertidumbre de dejar todo, le puse mis trabas al Señor y decidí dejar de lado eso que sentía y terminar mi carrera.

Empecé a trabajar y dejar de lado ese llamado, sin embargo en esos años mi inserción a la Iglesia fue mayor. Serví en la pastoral social y mi amor por el Señor fue aumentando, asistía a la eucaristía prácticamente todos los días y mi amor por ella me llevó a recibir otra invitación de otro sacerdote para servirle al Señor como ministro extraordinario de la comunión. Estando en este servicio y debido a lo que me hacía sentir el Señor en las eucaristías y ordenaciones sacerdotales a las que iba siempre, decidí por fin entrar al seminario introductorio. Nunca pude apagar ese fuego que tenía en mí.

Entré al introductorio en el 2017. Tenía 28 años. Fue un año muy lindo y fui muy feliz a pesar del gran cambio que hice en mi vida. Pasé al seminario mayor pero extrañaba la vida que tenía antes y en parte por mi miedo de responderle al Señor a pesar de que Él me seguía dando el sí mediante mis formadores, decidí dejar el seminario. Estuve 3 años fuera pero a pesar de tener mi trabajo, cosas materiales no era feliz con mi decisión. En el 2020 decidí realizar el proceso de reingreso al seminario pero debido a la pandemia tuve que esperar un año más. Llegó noviembre del 2021 y recibo la noticia  en la cual el promotor vocacional después de entrevistas y de hablar con el señor Obispo, me aceptaban para reingresar al seminario el siguiente año. Fue una alegría muy grande. Como dice la canción? ?he luchado contra Ti, contra todo lo que siento pero has vencido Tú?. En resumen esta es mi historia vocacional, espero que sea de mucha bendición para muchos jóvenes que sienten el llamado del Señor al sacerdocio y decirles que no tengan miedo y le digan sí al Señor y se entreguen todo a Él.