Pbro. Mario Edo. Zúñiga Solano
Cuando nos acercamos al acontecimiento de Fátima, ciertamente estamos de frente a una de las apariciones marianas más impactantes y conocidas de la historia de la Iglesia. Recordemos que una aparición mariana se ubica en el ámbito de lo que conocemos como "revelación privada" ofrecida en este caso a tres sencillos pastorcitos portugueses, dos de ellos ya canonizados, los hermanos Francisco y Jacinta Marto y a su prima Lucía, fallecida en el 2005 y cuyo estudio de sus virtudes se encuentra en desarrollo. Pero tal fue su relevancia y actualidad, que esta aparición fue reconocida eclesiásticamente el 13 de octubre de 1930 por el obispo de Leiría: Mons. José Alves Correira da Silva, después de un estudio exhaustivo y detallado.
En tiempos muy convulsos como la I Guerra Mundial, la situación socio-política de Portugal, un catolicismo adormecido, una cultura en transformación y una pandemia que azotaba los pueblos, la Santísima Virgen María visita Cova de Iría el 13 de de mayo de 1917. Su primera petición a los niños será la de ofrecer sacrificios y sufrimientos por la conversión de los pecadores, así como visitar el lugar los 13 de cada mes por seis meses seguidos.
La segunda aparición es el 13 de junio, y manifiesta la Madre de Dios el deseo de que los niños recen el Rosario diariamente. Anuncia que a Francisco y a Jacinta dentro de poco tiempo los llevaría al cielo y a Lucía le encomienda la misión de dar a conocer el amor de su Hijo y la devoción al Inmaculado Corazón. Ya para este momento los pastorcitos comienzan a ser perseguidos e interrogados.
La tercera aparición se da el 13 de julio. Cobra importancia este momento porque es cuando la Virgen comunica el "Secreto" que se divide en tres partes. Hemos de tener en cuenta que no hablamos de tres secretos, no es así, es uno solo. A saber: la visión del infierno, la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y la visión de la muerte de un obispo vestido de blanco camino a una cruz. Que dicho sea de paso, fue el Cardenal Ratzinger (Benedicto XVI) que en su calidad de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, redactó el comentario teológico sobre esta tercera parte, afirmando que esta parte se refiere a la Iglesia, para que siempre descubra y viva su auténtica misión, con la conciencia de que su fundamento no se encuentra en los poderes del mundo, sino en la fuerza de Dios.
La cuarta aparición es el 15 de agosto, según el testimonio de Lucía ya que la fecha sigue siendo debatida. No se llevó a cabo el día 13 debido a que los niños se encontraban en prisión. El mensaje en esta ocasión fue seguir rezando el Rosario y que se edifique una capilla en Cova de Iría.
La quinta aparición acontece el 13 de setiembre, donde la Virgen indica que se rece el Rosario para que llegue a su final la guerra, que en el mes de Octubre tendrán la visión del Señor Jesús y san José, así como las advocaciones de Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen.
La última aparición que fue aprobada, es la que sucede el 13 de octubre. Para ese día son más de 50.000 personas, y está todo documentado por fotografías y noticias que surgieron en ese día. La Virgen pide que no se ofenda más a Dios, que se construya la capilla y revela su nombre: La Señora del Rosario. Se da el milagro del Sol y la visión que en la aparición anterior se había adelantado.
Lucía se convertirá religiosa, primero con las Hermanas Doroteas y luego como Carmelita Descalza. Tendrá otras apariciones de la Virgen aunque no entraron en la aprobación eclesial. Visita Fátima posteriormente para el reconocimiento de los lugares, para la visita de San Pablo VI y para la visita de San Juan Pablo II quien beatifica a Francisco y a Jacinta en el año 2000. Muere el 13 de febrero del 2005.
Francisco muere de neumonía por la pandemia de la "fiebre española" el 4 de abril de 1919 a los diez años de edad, mientras que Jacinta sufre por la misma pandemia y luego por unas complicaciones en los pulmones, muriendo el 20 de febrero de 1920 a los 9 años de edad no sin antes de tener unas apariciones de la Virgen en el hospital. Ambos fueron canonizados por el Papa Francisco el 13 de mayo del 2017 al cumplirse los 100 años de las apariciones de Fátima.