Un Blog por el Dr. Rafael Ramos
El dolor de una separación, una oportunidad para crecer. Hace unas semanas atrás, en noviembre 2020. Tenía una hermosa conversación con Marisa Gallardo, ella es una gran escritora, ella decía "perder es una oportunidad para recibir".
Ciertamente, a veces, cuando, las cosas no dan para mas, el dolor de una separación, es una oportunidad para crecer. Pero no siempre esta tiene que ser la opción. Quiero invitarte a leer este artículo, te planteo, una serie de ideas. Empecemos con esta pregunta.
Mucho va a depender de nuestra capacidad de comprender, asumir y permitirse analizar, algunas cosas:
Todo esto para responder una gran pregunta ¿será que no hay nada más por hacer? Sí, a veces, hay momentos en los que definitivamente, no hay ganas, el dolor podría afectar nuestros deseos de intentarlo.
Frente a esto, hay un elemento muy frecuente, quizá hemos estado frente al conflicto muchas veces, depositando nuestra energía en defender posiciones, justificar las cosas, pero muy poco centrados en comprender, asumir y analizar la implementación de soluciones.
Cuando el conflicto es la norma, nos saturamos emocionalmente, pero ¿Hemos puesto toda nuestra energía en resolver?
Es acá, que frente a la posibilidad de una ruptura, el dolor de la separación, es una oportunidad para crecer y a bajar la defensividad, abrir espacios para analizar las cosas con calma y abrir espacios de diálogo y transformación que le puedan dar un giro a la relación.
El dolor de la separación, es una oportunidad para crecer, en el tanto, nos mueve a buscar soluciones. Ahora, cuando vemos la pérdida como un proceso que socava todas nuestras posibilidades de crecimiento, nos estancamos.
El dolor, cuando se impone como norma de interpretación, hace que las cosas se compliquen muchísimo. Pero cuando nos permite entender ¿qué fue lo que pasó? ¿cómo sucedió y de qué manera se dieron en las cosas? Podemos hacer análisis de posibilidades, lo cual nos permite darnos cuenta que estamos frente a una oportunidad.
Sí, a veces, tocará irnos, pues la realidad nos hace ver, que no hay mucho más por hacer. Pero podemos detenernos para:
Claro esta, si no hay una posición abierta a la revisión personal, además de un trabajo en conjunto, asumidos por ambas personas desde la convicción personal, pero si esto no se da, las posibilidades de crecimiento se limitan, y el pronóstico será muy reservado.
El dolor de una separación, es una oportunidad de crecimiento. Cuando podemos responder esta pregunta ¿qué fue lo que pasó? Nos pone en una dimensión de revisión y de toma de decisiones. Solo hay tres opciones:
Si se llega al punto de "se terminó". No perdamos de vista, una relación se cerró, un capítulo en nuestra historia se acabó. Es decir, es un proyecto de vida, al lado de una persona, los sueños no se alcanzaron. Pero no es el fin, es aprendizaje, es una oportunidad para crecer.
Cuando, nos ubicamos en la opción 3, podríamos darle una visión de pérdida, es real, se terminó. No obstante, frente a la pérdida muchas veces olvidamos todos aquellos elementos y parámetros de análisis de la situación, para crecer y no replicar el patrón.
En la vida, todo suma para bien, si nos permitirnos ver las cosas tal y como son. Todo es para aprender, no podemos quedarnos dándole vuelta a las cosas, llenos de dudas y contradicciones.
No podemos perder de vista en la construcción de estos procesos, tu nivel de responsabilidad y participación ¿qué hiciste bien? Y ¿qué tenés que modificar para no seguir sobre la ruta de las complicaciones? Además esto nos evita sobrevalorar lo que teníamos, aún cuando nos haya significado mucho amor. No podemos perder de vista los elementos que nos llevaron al proceso de separación.
Cuando estamos en medio de un gran dolor por una pérdida, o una posible ruptura¡, ver oportunidades no es sencillo. Es difícil pensar de esta manera, ver la posibilidad de separación como una oportunidad de crecimiento y revisión, o como un momento clave central para cerrar un ciclo.
En esto, nos mueve a la contradicción, a muchísimos niveles. Sí, es cierto, no es sencillo enfrentar la vida desde una posición constructiva, si vivís paralizado(a) en la duda y el miedo.
Si duele, no es ahí, deja de tener sentido, algo que nos causa dolor, no cabe en la vida. Cuidado, pues el dolor, mal llevado, es decir fantasear con que algo mágico va resolver las cosas, no es una opción. Lo que no se enfrenta, no se resuelve, se torna crónico y nos deteriora. Esto te podría hacer perder de vista el hecho de que estando ahí ¿no te sentías bien? ¿se abrieron posibilidades de solución? No, entonces solo nos queda visualizar opciones para crecer.
No podemos vivir haciendo análisis, solo desde lo emocional, nuestro análisis nos tiene que llevar a ver los hechos, para evitar desarrollar una visión complicada. Estamos llamados a construir, esto implica orientarnos a:
En fin, ver los hechos nos ayuda a mejorar, si hay compromiso de ambos, o darnos la oportunidad de reconocer, que tenemos que tomar decisiones.
Hay mucho que se puede hacer. Para empezar, quiero invitarte a revisar el cómo te comunicás con tu pareja. En este otro artículo te amplio el tema de la comunicación: https://rafaelramoscr.com/pareja/incomunicacion-un-enemigo-de-las-relaciones-de-pareja/
La comunicación en pareja, puede tener múltiples aristas, de hecho, es a través de la comunicación donde se puede vivir el amor sano. La comunicación es la base y el sustento de cualquier relación humana.
¿Cómo está tu comunicación en pareja? ¿Cuándo vos te sentás a hablar realmente sos capaz de hacer propuestas con sentido y contenido? Espero que esta reflexión te ayude a hacer un análisis objetivo de tu situación, para tomar buenas decisiones.
Dr. Rafael Ramos
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