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Iglesia

Una heroína de la vida

Jessica Hanna renunció a sí misma por su hijo

·         El Viernes Santo de Jessica

 

David Mora, periodista

En los últimos días se ha dado a conocer en redes sociales la historia de una "heroína de la vida", como la han denominado. Se trata de Jessica Hanna, una madre católica de cuatro hijos, que decidió renunciar a los tratamientos contra el cáncer que padecía por el bien de su hijo por nacer.

Debido a su enfermedad, Hanna falleció el pasado 6 de abril. Su historia dada del 2020, cuando estaba embarazada de Thomas, su cuarto hijo, y llevaba 14 semanas de gestación, en ese momento le diagnosticaron un cáncer de mama y los médicos le aconsejaron practicarse un aborto, a lo que ella se negó.

Posteriormente, cuando Jessica se sometió a una cirugía, se descubrió que tenía un tumor de 13 centímetros y un cáncer en 43 ganglios linfáticos de la zona, pero los médicos no pudieron determinar si el cáncer se había extendido por el resto de su cuerpo debido a su embarazo.

Durante el proceso de gestación, Hanna se apoyó en su devoción por el Beato Solanus Casey, tanto que durante su embarazo y luego después de cada tratamiento de quimioterapia, ella fue a orar ante su tumba. Luego ella atribuyó a la intercesión del beato el hecho de que, juna vez Thomas nació, sus escáneres indicaban que el cáncer no había alcanzado otros órganos o ganglios linfáticos.

Dos años más tarde, Jessica sintió que Dios le llamaba a algo mientras sentía inseguridad de futuro; el cáncer había regresado en etapa 4, por lo que decidió crear una cuenta en Instagram y así creó una comunidad de oración con sus seguidores, compartía su proceso de enfermedad y mostraba lo que era ofrecer sus sufrimientos a Dios. Su cuenta llegó a los 45.000 seguidores.

Días antes de fallecer, el 29 de marzo, Viernes Santo, Hanna escribió en su perfil: "Estoy aquí, en mi Viernes Santo. Durante esta Cuaresma he experimentado problemas cardíacos de emergencia que resultaron un drenaje y luego una cirugía alrededor del corazón. Pasé de la UCI a la planta normal con más cirugías en el pulmón y muchas otras complicaciones. La diferencia entre mi Viernes Santo y el de Jesús es que yo realmente merezco mi tiempo aquí hacia el Calvario y él ciertamente no. De hecho, fueron mis pecados los que condujeron a muchos de sus dolores insoportables. Para mí, mi sufrimiento es una ofrenda que se le devuelve no sólo para expiar los crímenes que cometí en mi vida, sino también para cooperar con el cuerpo de Cristo para ofrecer también expiación por los demás...Sin embargo, asegúrese de recordar que con cada Viernes Santo viene un Domingo de Pascua. Con la muerte viene la resurrección, Cristo así lo hizo".

La noticia de la muerte de Jessica fue comunicada por su esposo Lamar, quien contó que en ese momento ella estaba muy tranquila y rodeada de su familia, además de que dos días antes recibió el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Al finalizar pidió oraciones por su familia.

 

Fuente: ACI Prensa.