Responsive image

Papa

Una indulgencia para Navidad

Papa Francisco aprobó pedido de franciscanos

·         ¿Qué es una indulgencia plenaria o temporal?

 

David Mora, periodista

 

Con motivo de los 800° aniversario de la creación del primer pasito navideño de la historia, el Papa Francisco atendió el pedido que le realizó la Conferencia de la Familia Franciscana, que consiste en conceder la indulgencia plenaria a quien rece ante la representación del nacimiento de Cristo en una iglesia franciscana.

El tiempo que el Santo Padre estableció fue a partir del viernes 8 de diciembre de 2023, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y hasta el viernes 2 de febrero de 2024, Fiesta de la Presentación del Señor. Quienes deseen obtener la indulgencia deberán realizar esta oración ante el pesebre, confesarse, comulgar y pedir por las intenciones del Obispo de Roma.

Una indulgencia es una gracia que se concede, por mediación de la Iglesia, de la purificación de las penas temporales de los pecados; es decir, cuando se recibe el Sacramento de la Reconciliación la culpa queda borrada, pero queda una pena que debe ser reparada con penitencias y buenas obras durante la vida, como con el purgatorio después de la muerte. Cuando la remisión de la pena es total se habla de una indulgencia plenaria, pero si solo es una parte la que se purifica, es una indulgencia parcial.

La realización del pesebre comenzó en 1223 cuando San Francisco de Asís, cuando regresó a Italia desde Tierra Santa en una peregrinación que había hecho, quiso recrear la venida del Hijo de Dios en Greccio, un pueblo que le recordaba a Belén. Para ello preparó un establo, un pesebre, animales y colocó a varias personas para representar este momento, después mandó a llamar hombres, mujeres y niños que se acercaron a contemplarlo con sus antorchas encendidas, a esto se le llamó "créche", que significa "cuna" en francés y la práctica se comenzó a extender por toda Italia.

Posteriormente, en los siglos XIV y XV, en Nápoles, se realizaron las primeras imágenes que representaban al Niño Jesús, algo que se propició más con la llegada de los primeros misioneros a América.

Estos pasitos siempre tienen el objetivo de invitar a la reflexión sobre cómo vivía la Sagrada Familia, el desapego de los bienes materiales, la sencillez evangélica y la imitación de estas virtudes. Esta es una costumbre que llega hasta la actualidad en las casas cristianas, donde se sigue apartando un sitio para realizar esta representación, dejando un espacio vacío entre las imágenes de la Virgen María y San José, hasta el 24 de diciembre a medica noche cuando se coloca al Niño en medio de sus padres.

 

Fuentes: Rome Reports y ACI Prensa.