Responsive image

Arzobispo

Independencia hoy

Mons. José Rafael Quirós Quirós, arzobispo metropolitano de San José

Una vez más, nos preparamos para conmemorar un aniversario de nuestra Independencia patria, resaltando con orgullo que Costa Rica se erige como una nación soberana, exenta de cualquier subyugación. En virtud de esta condición, ostentamos el legítimo derecho de forjar nuestro propio camino, determinar nuestras políticas internas y externas sin injerencias.

La celebración de la Independencia es, pues, una oportunidad para honrar el pasado, celebrar la identidad y la autonomía de nuestro país, y mirar hacia el futuro con esperanza y determinación.

Este recordatorio encuentra eco en los cimientos de Nuestra Constitución Política, la cual proclama a Costa Rica como una "República democrática, independiente y libre". Así, reafirmamos este logro histórico y subrayamos el derecho de Costa Rica a preservar su autonomía y soberanía como Nación. Esto significa que las decisiones clave sobre leyes, políticas, gobierno y otros asuntos fundamentales son tomadas por los ciudadanos y sus representantes elegidos, y no por fuerzas externas o influencias extranjeras.

Como costarricenses tenemos muchas razones para celebrar pues, casi ininterrumpidamente, hemos vivido una democracia sólida, fundada en principios y valores que nos han dado identidad como país, entre ellos la paz, que es siempre un pilar para construir un futuro mejor. Asimismo, Costa Rica es ampliamente reconocida por sus esfuerzos en la protección de los recursos naturales y la conservación del medio ambiente. A lo largo de las décadas, el país ha impulsado una serie de políticas y programas que han contribuido a su consolidación como un líder en este ámbito.

Pero esta celebración también implica el compromiso de honrar y continuar el legado de nuestros antepasados que, enfrentando sacrificios y dificultades, lucharon y se esforzaron, en diferentes aspectos y desde diferentes perspectivas, para obtener la libertad y el progreso para el país.

Quizás, el gran reto que enfrentamos hoy es la importancia de fomentar la unidad entre todos los ciudadanos, inspirados por el objetivo del bien común. Es natural que tengamos puntos de vista diferentes; es lo que hace que una comunidad sea rica y próspera. Sin embargo, es vital recordar que nuestras diferencias no deben estar por encima de lo que compartimos en común.

En efecto, aunque nuestras opiniones pueden diferir y nuestras perspectivas puedan variar, hay algo que nos une: el anhelo de un futuro más justo y más próspero para todos. Es este objetivo compartido el que debe guiar nuestras acciones y decisiones en los tiempos venideros.

Recordemos que la independencia no es un hecho consumado sino una conquista diaria y, por ello requiere de nuestro esfuerzo constante y continuo para preservarla y fortalecerla. En un sentido político, por ejemplo, también implica mantener la autonomía y la soberanía a lo largo del tiempo. La nación debe defenderse de posibles amenazas internas y externas que podrían socavar su independencia. Esto podría incluir luchar contra la manipulación de ideologías importadas y preservar los valores y principios que sustentan la independencia, lo que implica constantemente enfrentar desafíos, superar obstáculos y defender nuestras propias determinaciones y creencias.

En nuestra historia reciente, por ejemplo, hemos visto como la colonización ideológica, entiéndase el proceso mediante el cual una ideología con su conjunto de creencias, valores, ideas y perspectivas se quiere imponer a la población, se ha hecho presente en Costa Rica desde la educación, los medios de comunicación, la propaganda política, y otros medios de influencia social para transformar, y no precisamente para bien, la forma en que las personas piensan, actúan y se relacionan.

Igualmente, la cuestión de la libertad y la soberanía de nuestro país ante sistemas económicos internacionales y sus imposiciones, sigue siendo un tema complejo y debatido pues por la exigencia de reglas y regulaciones que, sí o sí, debemos cumplir, vemos como se limita la libertad para tomar decisiones en el campo económico, que beneficien a los ciudadanos y  se promueva el desarrollo.

En esta fecha pidamos al Señor fortaleza y guía para celebrar con orgullo a nuestra nación soberana, construida en principios cristianos, con valores de autonomía y paz.

Que nos inspire a superar diferencias y trabajar juntos por un futuro justo y próspero. Proteja nuestra autonomía de influencias negativas y mantén vivo el deseo de preservar nuestra identidad. Te pedimos la sabiduría para abordar desafíos, especialmente aquellos que amenazan nuestra libertad y desarrollo y danos la fuerza para tomar decisiones que beneficien a todos. Amén.