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Iglesia

Posible milagro ocurrió en la JMJ

Joven recuperó la vista después de comulgar en Fátima

·         Jimena vivió un "Vía Crucis" en los últimos años

 

David Mora, periodista

Cada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un evento memorable para todas las personas que asisten, pero para Jimena, una muchacha española de 16 años, la asistencia a Lisboa será inolvidable. Ella asegura haber recibido el milagro de recobrar su vista después de comulgar en una misa en Fátima.

La joven oriunda de Madrid desde hace dos años y medio sufrió una pérdida de la visión por espasmo de acomodación, debido a una miopía, lo cual bloquea las funciones del ojo, a tal punto que sólo podía ver un 5% y ya estaba aprendiendo a leer con el método braille, viajó hasta Portugal con grupo del Opus Dei, en esos días sus familiares, amigos y conocidos rezaron una novena para pedir por la recuperación de Jimena a Nuestra Señora de las Nieves, quien se celebraba litúrgicamente el sábado 5 de agosto, fecha en que ocurrió el suceso.

En declaraciones a la emisora de radio española COPE, Jimena cuenta por medio de un audio que mientras el Papa Francisco se encontraba en el Santuario de Fátima rezando el rosario, ella estaba en medio de una Santa Misa, cuando recibió lo que ella llama un "regalo" de la Virgen María. Esa mañana ella se levantó "como llevo levantándome durante dos años y medio, viendo super borrosos, fatal".

Continuó comentando que fue con sus amigas a la celebración eucarística "porque estamos en la JMJ y después de comulgar me he puesto a llorar un montón, porque era el último día de la novena y me quería curar y se lo he pedido por favor a Dios, muchísimo". "Cuando he abierto los ojos veía perfectamente, ha sido demasiado, hay que dar muchísimas gracias por el milagro, porque he visto el altar, el sagrario, estaban ahí mis amigas y las veía perfectamente", relató Jimena sobre su experiencia, añadiendo que pudo leer la oración que estuvo rezando en la novena y se dio cuenta que aún lee "bastante bien", pues no lo ha olvidado completamente, también agradece a todos los que formaron parte del grupo de oración, pues "esto ha sido una prueba de fe, la Virgen me ha hecho un regalazo que no se me va a olvidar".

Por su parte, el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el Cardenal Juan José Omella, afirmo en que declaraciones a ACI Prensa durante una conferencia a periodistas en el Parque Eduardo VII de Lisboa, al terminar la JMJ, que este posible hecho milagroso es "una gracia de Dios". El purpurado afirmó que conversó con Jimena por videollamada y que ella le explico lo sucedido "con naturalidad". "La chica estaba emocionadísima, llevaba un tiempo que se había quedado ciega y estaba aprendiendo el método braille desde había dos o tres años".

El Cardenal Omella relató que la joven "tenía que leer la oración de Acción de Gracias en la Misa que tenían ese día con el grupo de Madrid", que después de haber recibido el Santísimo Sacramento la leyó sin dificultad. También animó a agradecer a Dios y explicó que "como eso no produce la causa de beatificación de nadie, porque la Virgen ya es santa, pues sí que es una gracia de Dios".

Ante hechos como este, la Iglesia Católica mantiene la prudencia y no afirma a la primera impresión que acontecimientos como estos sean milagros; primero debe haber una valoración científica para saber si se puede explicar el suceso o si se trata de algo sobrenatural. El purpurado afirmó que esto "lo tendrán que valorar los médicos, cómo era, si era, si se podía curar o no se podía curar. Pero de momento para la chica eso ha sido un gran evento. Digamos milagro. No veía y ahora ve. Ahora los médicos podrán decir el resto, pero ella vuelve a casa viendo. Pues mira, bendito sea Dios". El Cardenal aseguró quedar "impactado" con otros testimonios de eventos en la JMJ, donde jóvenes "han recuperado también la vista interior".

El padre de Jimena contó que el problema de la vista de su hija era tan grave que los médicos lo habían tachado de incurable, pero él siempre estuvo "aferrado en la convicción de que se iba a curar", por lo que define esta situación como "un salto en la fe" y un "regalo de la Virgen María para la JMJ".

Con emoción, el padre relata la llamada telefónica que Jimena hizo a su casa desde Portugal cuando se curó. "Prácticamente no hablamos, ella estaba llorando, solo nos dijo "que veo, que veo". Luego nos llamó el cura que había celebrado la Misa para contarnos un poco más de detalles. Es una alegría increíble. Ella se confesó antes de ir a Misa. Estaba muy ilusionada, sentía algo especial. Luego fue a comulgar. Después le daba miedo abrir los ojos porque pensaba: "Como no me cure, es que no tengo fe". Y los abrió, y empezó a ver todo. Entonces ya se puso a llorar y se dio cuenta de que sus amigas estaban dos años y medio más mayores".

Según cuenta su padre, desde hace más de dos años Jimena vivía un "Vía crucis" con sus ojos, tuvo entre 8 y 16 dioptrías en sus peores momentos, y no veía ni siquiera con lentes. "Digamos que su "ojo estaba loco", con lo cual si le medían que tenía 8 dioptrías y le ponían gafas, no conseguía ver, porque no podía enfocar. La convergencia de los ojos no le funcionaba, era algo que los propios médicos tacharon de inexplicable".  

También probaron desde hace más de un año con un tratamiento en Japón, pero no hubo resultados, más bien era contraproducente para Jimena, pues le provocaba dolores de cabeza, náuseas y esto le impedía estudiar, por lo que ella misma les pidió a sus padres terminar con la medicación y se pusieron a buscar otras alternativas. "El equipo médico, de una manera no literal, llegó a decir que habían tocado techo, que no sabían qué más hacer. Hemos hecho un pequeño "Vía Crucis" por médicos que nos han ido recomendando. Nadie ha entendido lo que le pasa. Algunos se lo han tomado de manera amable y otros han sido muy maleducados", mencionó el padre.

Pero la familia de Jimena, a pesar de la situación que la joven estaba presentando, no se quedó en la resignación por su pérdida de visión, ellos veían que existía algo sobrenatural en esta historia. El padre comenta que a ella la iban a operar y que ya tenía la cita programada "para arreglar el tema de la convergencia con una intervención en quirófano, y no lo veíamos claro, no estábamos convencidos de que eso fuera lo que teníamos que hacer", por eso "ella rezó mucho a la Virgen esa noche y al día siguiente la convergencia se le curó. Y el propio médico lo vio y entonces dijo "esto es bastante asombroso". Puede ocurrir, pero bueno, estaba bastante asombrado. Y para que un médico esté bastante asombrado tiene que ser algo extraordinario". Para ellos esto era una pista de que debían fiarse de la Virgen, sin dejar de lado la responsabilidad que les correspondía.

El inicio de la novena que Jimena rezó se dio por una conversación en la playa que tuvo ella con su padre, donde decidieron "mover la maquinaria y poner a rezar todo el mundo", ella partió hacia Lisboa el 28 de julio anterior, día en que empezó la devoción. El padre de Jimena asegura que el asunto "se nos fue de las manos", pues participaron "miles de personas", pues "solamente las niñas que iban con ella eran casi 400 y la mayor parte de las que estaban no la conocían. Y ahora para ellas sido como el milagro de la JMJ".

Los planes de Jimena para setiembre eran empezar a caminar con un bastón y preparar un perro guía, además de empezar a preguntarse qué carreras universitarias podía ejercer y cuáles no. Tanto ella como su familia trabajaron con la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), sin embargo, el padre reconocer que siempre se aferraron a la convicción de que todo se solucionaría.

En los últimos años, cuando Jimena empeoraba su condición, su familia vio la necesidad de "no perder el sentido del humor", de reírse de toda situación para poder convivir con ella, "incluso reírnos de situaciones con Jimena porque no veía y sacar el lado más cómico de las cosas terribles que te pueden pasar en la vida, porque sino estás todo el rato centrado en la propia desgracia y la vida es muy dura". También ven la enfermedad como algo que tiene un objetivo detrás, "las cosas no pasan nunca de repente", pues esta "es un vehículo para que otras personas se purifiquen o sean mejores alrededor del enfermo".

El padre de la joven española cuenta que ella se logró encontrar con uno de sus tres hermanos horas después del suceso y para él "lo bonito es que cada uno saca su propio testimonio, su propia vivencia, su propia experiencia, que ha sido muy especial y todo el mundo está muy conmovido". "Creo que parte de lo bonito de un milagro es que no sea exclusivo para una persona o una familia, sino que sea lo más grande posible. Y en este sentido, también se nos ha ido de las manos. Ya ha traspasado fronteras", afirmó.

La familia de Jimena relata que volverán a contactar al equipo médico que la trató desde el año pasado, pero esta vez será para cerrar este capítulo de su vida, para que ellos la vean y saquen sus conclusiones. Además, resaltan que ellos creen en el milagro, por lo que no necesitan confirmarlo. "Yo creo que la gente ya está suficientemente conmovida, el que cree, cree y que no, pue no va a creer igualmente", indicó el padre.

Esta familia llama a que no se les vea como los protagonistas de esta historia, pues "esto es un regalo de la Virgen para la JMJ".

 

Fuente: ACI Prensa.