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Iglesia

Día Arquidiocesano de los Abuelos

Mensaje de Mons. José Rafael Quirós, arzobispo metropolitano de San José

En torno a la III Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, convocada por el Papa Francisco, celebramos hoy 26 de julio el Día Arquidiocesano de los Abuelos. La memoria litúrgica de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús, siempre será una ocasión providencial para orar por todos los abuelos y abuelas de nuestras comunidades parroquiales; tanto por los que gozan de mayor edad como por aquellos que han tenido el regalo de Dios de serlo antes de convertirse en adultos mayores.
Los abuelos y las abuelas son una riqueza para la familia, iglesia doméstica, ellos pueden ver "el significado más profundo de las cosas. La vitalidad de su mirada es un don valioso: le consiente transmitir la herencia de su larga experiencia de vida y de fe, con la lucidez necesaria. Esta transmisión de la fe más que ser la recitación de dogmas o de discursos teológicos, es el diálogo familiar y vivencial, aprendido a lo largo de los años, que comunica una experiencia vivida que recuerden las bendiciones de Dios y su presencia incluso en medio de la debilidad.
Son también una riqueza para la sociedad porque ellos son los que fomentan el diálogo entre las generaciones. "Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro". Nos dan a conocer el pasado de nuestra nación, sus buenas costumbres ,morales y cristianas. Los que nos ayudan a mantener nuestra genuina identidad costarricense. Los abuelos y las abuelas son el faro que llevan a discernir qué es lo que realmente conviene a las presentes generaciones, liberándoles de cualquier manipulación ideológica que los pueda desvirtuar como personas, como ciudadanos y como cristianos.
Por eso invito a todos a abrazar hoy, y todos los días, a sus abuelos. Dialoguemos con ellos para poder "compartir la misma herencia y formar parte de un pueblo que sabe conservar sus raíces. Tanto la Iglesia como la sociedad los necesita. Honrémoslos, no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra; no permitamos que sean descartados".
Que San Joaquín y Santa Ana, abuelitos de Niño Jesús, intercedan ante su Nieto Divino para que nunca falte a nuestros abuelos y abuelas palabras sabias para sus nietos; y para que a ellos no les falte la cercanía, la ternura y los cuidados de sus nietos especialmente cuando han llegado el ocaso de sus vidas y no se puedan valer por sí mismos.