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Papa

"Hambre de fraternidad", "no" a la guerra

Monseñor Gallagher leyó discurso del Papa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

·  Francisco pide trabajar por la paz sin intereses partidistas

 

David Mora, periodista.


El secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internaciones, Monseñor Paul Richard Gallagher, estuvo en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York para leer el mensaje que el Papa Francisco-hospitalizado desde el 7 de junio-dirige a esta entidad, donde dice "no" a la guerra y "sí" a "una paz estable duradera, no construida sobre el peligroso equilibrio de la disuasión, sino sobre la fraternidad que nos une".

En mensaje del Santo Padre inicia analizando el "momento crucial" que vive el mundo, donde parece que la guerra está derrotando la paz y en el que "estamos retrocediendo de nuevo en la historia, con el auge de nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos, que han encendido conflictos no sólo anacrónicos y caducos, sino aún más violentos".

"Ha llegado el momento de decir seriamente "no" a la guerra, de afirmar que no son justas las guerras, sino que sólo es justa la paz", es parte del mensaje del pontífice pronunciado por el arzobispo ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde recalca que la paz únicamente es posible si se desea genuinamente, pues "los conflictos aumentan y la estabilidad está cada vez más en peligro. Vivimos una tercera guerra mundial en pedazos que, cuanto más tiempo pasa, más parece expandirse".

El líder de la Iglesia Católica admite que la labor de Seguridad de la ONU muchas veces no es apreciado ante la opinión pública, pues muchos lo ven como un trabajo "a veces impotente y paralizado", pero les recuerda a través de su mensaje que la Santa Sede lo ve como un mecanismo esencial para obtener la paz en el mundo, por lo que les invitó a hacerle frente a los problemas dejando de lado las ideologías, particularismos e intereses partidistas.

El Papa manifiesta que el trabajo de la ONU por la paz tiene que estar movido por la intención de "trabajar por el bien de toda la humanidad", por ello escribe que "se espera que el Consejo respete y aplique la Carta de las Naciones Unidas con transparencia y sinceridad, sin segundas intenciones, como punto de referencia obligado para la justicia y no como instrumento para enmascarar intenciones ambiguas". También manifiesta que "en el mundo globalizado de hoy todos estamos más cerca, pero no somos más hermanos. Al contrario, sufrimos una carestía de injusticia, pobreza y desigualdad, de la falta de una cultura de la solidaridad".

Francisco también citó su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2023, donde aseguraba que las nuevas ideologías son egoístas, materialistas, consumistas y debilitan los vínculos sociales, lo cual promueve una mentalidad que descarta a los más débiles por considerarlos "inútiles".

Una de denuncia que realiza el pontífice argentino es que los conflictos bélicos son el peor efecto en la carencia de fraternidad que se vive actualmente, pues esas "antagonizan no sólo a individuos, sino a pueblos enteros, y cuyas consecuencias negativas repercuten durante generaciones", lo cual es un retroceso en la humanidad después de haber pasado por dos Guerras Mundiales el siglo pasado y cuando el nacimiento de la ONU parecía haber sido una lección aprendida, por lo que el Sucesor de San Pedro llama a "avanzar hacia una paz más estable, para llegar a ser, por fin, una familia de naciones".

El Sumo Pontífice aseguró que Dios tiene un sueño para la humanidad; que es la paz, pero que "a causa de la guerra, este sueño maravilloso se está convirtiendo en una pesadilla". También comentó que la raíz de los conflictos armados es económica, por lo que "la guerra es a menudo más tentadora que la paz, ya que favorece las ganancias, pero siempre de unos pocos y a costa del bienestar de poblaciones enteras; por eso el dinero que se gana con la venta de armas es dinero manchado con sangre inocente".

"Hace falta más valor para renunciar a los beneficios fáciles para velar por la paz que para vender armas cada vez más sofisticadas y potentes. Hace falta más valor para buscar la paz que para hacer la guerra. Hace falta más valor para favorecer el encuentro que la confrontación, para sentarse a la mesa de negociaciones que para proseguir las hostilidades", leyó Monseñor Gallagher.

El Santo Padre insiste en el texto que hay que eliminar la lógica de que las guerras son legítimas, porque si ya en el pasado las disputas tenían un alcance más limitado; ahora el alcance es ilimitado con la existencia de armas nucleares y de destrucción masiva, llegando a causar efectos catastróficos.

El prelado leyó la pregunta que se hace el Papa: "¿Adónde iremos a parar si cada uno piensa sólo para sí mismo?", por ello Bergoglio recuerda que es necesario que la persona que trabaje por la construcción de la paz debe siempre promover la fraternidad, ejerciendo una labor que conlleva "pasión y paciencia, experiencia y previsión, tenacidad y dedicación, diálogo y diplomacia". También habló de la importancia de la escucha del sufrimiento a causa de los conflictos, especialmente del grito de los niños. "Sus ojos llenos de lágrimas nos juzgan; el futuro que los preparemos será el tribunal de nuestras opciones presentes", manifiesta Francisco.

La conclusión del obispo de Roma es que aún nada está del todo perdido, ya que se puede trabajar en que la guerra sea cosa del pasado y no una posibilidad en el futuro, pero para esto se debe convertir este objetivo en un punto de partida concreto y dejar de verlo como una idea abstracta.


 

Fuente: Vatican News.